martes, 15 de mayo de 2007

Texto ordenado de los Primeros 12 Capitulos


L A C O N J E T U R A
(...algo es algo)


Novela Etnográfica
Autor: Ricardo Francisco ORTOLÁ BOSIO

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Capitulo 1


Artena es un pueblito de Italia que está a unos 42 Kilómetros de Roma y en donde advertimos, de pronto, una típica casa del lugar. Mientras tanto, el calor del verano resulta insoportable.
En el interior se observa un amplio hall donde se abre una gran ventana que permite mirar un sugerente paisaje.
Frente a ese vitral está BienOver en silencio, mirando en éxtasis.
Probablemente segrega algún pensamiento para resistirse al devenir de su destino.
Continúa mirando y durante varios minutos deja sus ojos puestos en la vista que la naturaleza ofrece a su mirada. Sin dudas lo seduce la visión.
Sobre un pequeño escritorio hay carpetas, un folleto y algunos sobres de correspondencia.
Es una tarde apacible y agradable.
BienOver cree que es posible saber sobre la existencia de las personas, y especialmente, conocer el mecanismo con que estas funcionan. Es notable su interés por las vidas posibles que no fueron y de las invisibles que no se verán.
Hoy está ocupado en una tarea exploratoria y lo acompaña un grupo de expertos.
Parece una misión más, sin embargo, se trata de una investigación atípica y estimulante.
Su percepción le anticipa los efectos imprevisibles, inesperados e inevitables de la gestión.
Es más, alcanza intuir que parte de la tarea no tiene causa, y que por otra parte, los hechos habrían ocurrido con anterioridad, o lo que es peor, simultáneamente. Reflexión que es acompañada, como siempre, de la incertidumbre.
BienOver espera la llegada de MalOff, su compañero de trabajo más apreciado y que en esta ocasión podría decirse que se trata de”un camarada”.
En este momento, la música que se escucha por todo el living, encaja con la decoración y da por resultado un agradable efecto que BienOver concilia con un aromático y estimulante whisky.
Se escucha a los Solistas de Zagrieb soplando el verano de Vivaldi.
BienOver, cavila, y contempla el magnifico atardecer que cae por detrás del pueblito italiano.
Un exquisito aroma a café invade el lugar y llega (invisiblemente) hasta su olfato.
En un exagerado primer plano se le ven las fosas nasales aspirando el agradable olor.
Sale de su letargo, se vuelve hacia la máquina que lo infusiona y con determinación se sirve un pocillo.
En ese preciso instante suena el teléfono.

Levanta el auricular y dice: -¡Hola!...[1]
-Si, hable.
-La escucho.
-Comprendo, por mi parte
-Digo que no hay inconveniente...sigo esperando
-Eso es (se ríe también)
-Le agradezco que me haya llamado
-Adiós

Volvió a la taza y el café estaba frío.
BienOver recuerda (con el pensamiento) aquella voz telefónicamente sonando en sus oídos mientras sigue mirando por el ventanal a las afueras de Artena.
Ahí, muy cerca, puede distinguir con claridad y nitidez, algunas de las naranjas maduras colgando entre las ramas de los naranjos en el parque del monasterio, Nuestro Convento de Gesús.
¿Cuantos años transcurrieron desde entonces? sin embargo no parecen muchos.
Calcula entre sorbo y sorbo.
Saborea el café y huele su aroma inconfundible, mientras insiste con la visión de Artena y el convento.
Continúa calculando.

-Que perceptivo estoy, se dijo silente.
Ahora suena su celular en el estuche del cinturón. Lo saca y sendea.

-Hola, ¿quién es?[2]
-Si, soy yo.
-¡Nina!...la escucho perfectamente
-¿Como está?
-OK Nina, hola ¿me escucha?
-Por supuesto
-Como no voy a entender, otros invitados también han tenido inconvenientes y están demorados
-Quédese tranquila y manténgase en contacto
-Adiós

Ejecuta la orden recibida y se dirige al escritorio donde se sienta en el anatómico sillón de cuero negro.
“Hojea” los papeles y se detiene a leer algo en particular.
La carpeta tiene letras grandes:(...)

(...) “Legajo 44321 - Sindi ConIn[3]”.
Revisa hoja por hoja para asegurarse que las páginas que “supuestamente” deben estar en esa carpeta, estén ahí. Lo constata.

HAN PASADO UNOS VEINTE MINUTOS y BienOver se considera desorientado. Algo parecido le ha sucedido antes.
Nina no realiza su llamado telefónico como lo había prometido.
BienOver descubre que por alguna razón todo se parece a una novelita de cowboy.
Y sigue recordando.
Su abuelo nació en Italia, muy cerca de Suiza y las leía por docenas (las novelitas de cowboy).
BienOver escuchó de su leyenda familiar, que ese abuelo hablaba un dialecto montañés, y por supuesto, el bellísimo idioma Italiano, tan sentido y sonoro. Tan imperialmente elaborado.
Aquel idioma, el italiano, rompió el silencio en las cavernas craneanas.
Lenguaje insumergible pero pretencioso.
Desde siempre perceptible en la fina lengua de las almas despiertas y sensibles (lingua ex machina).

-La lengua italiana, esa savia sabedora que va de boca en boca alimentando “sus” mentes -decía el abuelo de BienOver.

Sin embargo, cuando cumplió los 25 años, abandonó los valles suizos y migró para este lugar. Eso ocurrió por el año 1912, antes que estallara la guerra.
Siete años después todo era relativo y los absolutos dejaban de ser pensados.
Seducido por aquellas ideas, BienOver siguió soñando con los ojos abiertos. Mientras tanto, seguía mirando por el ventanal.
Recuerda que su abuelo tenia una gran pasión por la Opera y que para escuchar su espectáculo, concurría adictivamente al Teatro Colon de Buenos Aires.
Accedía al Paraíso porque era casi gratuito.
Luego, desde el balcón ubicado en lo más alto de la gran sala, disponía “a piacceri” del recinto acústico.
Degustaba la obra mirándola de pie en el Paraíso, todos los domingos.
Aquel viejo, alto y flaco, con el “Avanti” en la boca, atendía la venta de dulces en un puesto de la feria franca de Bermúdez y Nogoyá en la ciudad Capital de aquel lejano país (penado por asaltar la idea del tiempo y el espacio).
¿Lejos de que? y ¿cerca de donde?
Como su abuelo, él también leía novelitas de cowboy, recuerda BienOver.
Las tenía en pilas amontonadas en la cabecera de la cama. En las tapas aparecían dibujos del muchachito con la chica rubia. En la más clásica pose que adoptaban aquellas figuras, los protagonistas aparecían entremezclados con alguna cabeza de caballo y enmarcados por un lazo vaquero.
BienOver recuerda que mientras las leía acudía a la portada e intentaba vincular el texto con las figuras de la tapa tratando de comprobar la realidad de aquella historia.
Recordó también como realizaba la maniobra (cada tanto detenía la lectura para mirar el cuadro de la tapa, el revolver, la cara de la chica) y en cada texto buscaba alguna figurita que coincidiera con lo que la letra decía.
Intento posible, nada más.
No era sencillo explicarse toda esa mezcla de datos, cosas y hechos simultáneos. Sin embargo, resultaba comprensible.
Por ejemplo, aquel abuelo nació en Suiza y no era banquero, hablaba Italiano y le gustaba la Opera.
Migró de Europa a la Argentina.
Vendía dulce de leche y de membrillo.
Leía novelitas de cowboy.
Era admirador de Verdi y cantaba “La Traviatta” con voz de Barítono.
Los domingos tomaba Cinzano con Fernet (Gancia también) y jugaba a las bochas.

EL TIMBRE DEL PORTERO eléctrico sobresaltó a BienOver que rápidamente levantó al auricular:

-¿Quién es?
-Le abro y pase (Se escucha la chicharra del portero eléctrico)

Dos minutos después suena el timbre de la puerta del departamento y al abrirla, aparece Ariadna MaxEn.
BienOver expresó con alegría:

-Por fin empieza la reunión (se besan de cortesía)
-Que tal
-Adelante Ariadna
-Claro
-Vayamos a sentarnos (lo hacen)

Mientras ella se acomoda en uno de los sillones tapizados en pana color crudo, él se apresura a servir dos pocillos de café que ya tenía preparados sobre una bandeja de plata.
La deja sobre la mesa ratona que está ubicada entre los sillones y toma asiento enfrentándose a Ariadna.
Luego que logra su mejor y mas cómoda posición, se permite mirarle las piernas y se le ocurre que cuando cedan... (BienOver especula).
En tanto, por aquella idea se reacomoda, irreverente, luego, con la voz engolada dice:

-Respecto a la reunión
-Dígame
-Algo me inquieta
-¿Que le preocupa?
-Lo que me preocupa no es la cantidad de personas que vengan
-Dígame
-Es la diferencia entre antes y después de la visita
-¿Entonces?
-Quiero que esto quede claro desde el principio.
-¿Hay que pensar en el progreso?
-Lo que pasa es que algo hay con ese concepto que no va
-¿Con el progreso?
-Exacto.
-Dígame
-En un mitin político la palabra progreso es la que más suena y casi constituye un objetivo superlativo, pero en el gabinete del científico es impronunciable.
-Sabe una cosa BienOver.
-Dígame
-Ud. habla de las cosas complicadamente ¿No ha perdido la costumbre?
(Interrumpiéndola)
-Mire que notable y curioso, siempre pensé que mi discurso era tan simple.
-No me diga.
-En fin, siempre pensé que sonaba estúpido y pueril
-No me diga
-No sé, hasta me avergüenza preguntar por su calidad.
-No se ponga irónico, por favor.
-Cree que trato de mentir
-Si
(Ríen).

EL TELEVISOR, QUE ESTÁ EN automático se enciende a la hora programada.
La imagen muestra a la locutora de la CNN moviendo sus labios hasta que son alcanzados (cuando se eleva el volumen) por su propia voz:

-“...-al parecer se trata de un hecho insólito, de algo inexplicable...las imágenes de los animales muertos presentan mutilaciones puntuales y sugieren una serie de cuestiones inquietantes...”.

Sin dejar de mirar, ambos siguen charlando. La locutora del programa televisivo, inexpresivamente, desde la imagen dice con la voz en Of.[4].
-El tema central es la tarea, dijo BienOver.














Capitulo 2.


El Caso
-------La cabina se estremece y todo el ambiente vibra controladamente.
Las personas están tensas y atentas.
Se produce un pequeño sacudón y luego se escucha el chirriar de los frenos (...), las turbinas en reversa y por fin se percibe la mole plásticamente frenarse.
El Boeing aterriza con éxito.
Los pasajeros se desplazan por la manga en una fila desordenada.
Pasan los controles, y luego de unos minutos, observamos en el gran hall del Aeropuerto dos personas que se ubican precisamente en el foco de nuestra mirada. Son Leopoldo Fernández y su secretaria (la subalterna).
Sobre sus cabezas hay un cartel enorme y digital, en letras verdes con “el clásico” fondo negro, vemos desplazarse un texto intermitente:”...País - Arribo de Italia...Bienvenidos a este...”.
Leopoldo (mientras desciende del taxi) observa en su piloto, largo y francés de color crudo, el doblez que quedó fuera de la puerta. Obviamente, el solapamiento está manchado y marcado.
Llovizna, y el agua que queda sobre el pavimento embarra el aspecto de los autos.
Leopoldo masculló su torpeza y salió dando un salto (ágilmente).

AHORA SE TRATA DE una oficina en el Dawn Town de la ciudad de Buenos Aires, aquel sitio característico de la gran ciudad.
Leopoldo observa el interior con mirada posesiva ya que se trata de su oficina.
De todas maneras una oficina es una oficina -pensó Leopoldo, razonamiento con el que el estilo acostumbra eludir y aludir lo inexplicable.
En ese instante alguien golpea la puerta (en realidad suena el timbre del portero).
Luego del segundo llamado Leopoldo opera la función para que la puerta de la entrada principal se abra.
En breves instantes se asoma, y por fin, entra su secretaria.
Ella debe tener alrededor de sesenta años, posee una espesa cabellera artificial de color rojo que todos (los que la conocen) saben que es una peluca, y eso parece razonablemente genético ya que tiene su piel blanca, lampiña y cetrina.
Por lo demás cultiva la sagacidad local, una flor nativa de aquella Grecia prístina, porque supuestamente (ella así lo supone) uno de sus bisabuelos fue griego. La cuestión merecería un análisis mas profundo si se descubriera que en realidad desciende de un espartano.
Está separada de alguna (seguramente la última) pareja y tiene un hijo varón concebido cuando estaba grande para esos menesteres.
Leopoldo la saluda y le señala la cafetera.
Continúa sacando carpetas de una caja de cartón. Algunas las acomoda sobre el escritorio y otras se detiene a hojearlas; repasa algún párrafo.
Se observa un cuadro indiferenciado, rutinario y mundializado -reconocido- el hombre de oficina sacando carpetas de una caja de cartón.
Algunas las pone directamente sobre el escritorio y otras las abre para leer en su interior.

-Es una denuncia grave
-No me diga.
-Muy importante.
-Dígame.
-Por lo que leo.
-¿Que efecto le produce lo que lee?
-Es como surge de la lectura....
-Bueno, me estoy cansando.
-Es sobre lo narrado.
-¿Qué?
-No hay nada.
-¿Que?
-En fin, no se justifica contarlo.
-¿Quiere café?
-Si, por favor.

La subalterna trae, envuelto en un exquisito aroma de café, un pocillo de porcelana blanca que deja al alcance de Leopoldo.
Este por su parte sigue enfrascado y distraído con las carpetas.

-Se trata de un caso muy diferente.
-¿Y?
-Pero no parece de tan sencilla solución como comentó BienOver.
-Ud. siempre dice lo mismo.
-No lo creo.
-Si señor
-No lo creo
-Verdad
-¿Qué?
-Que cada vez que comienza una nueva tarea
-¿Qué?
-Le pasa lo mismo
-¿Y después?
-Después todo parece “pret a porté”
-Tiene un criterio especulativo y azaroso
-¿Y?
-Sobretodo acerca de lo que me ocurre
-¿Y?
-¿Porque será?
-Ud. conoce muy bien mi vocación por el juego
-Ya lo creo.
-Bueno ¿y que?
-Es una vocación inexorable
-Inexorablemente veo la vida jugando sobre una carpeta de paño verde

LEOPOLDO PIENSA QUE INVESTIGAR a las personas por lo que dicen es su fuerte, pero descubrir el misterioso mecanismo que articulan con las tareas que realizan es una inflexión del pensamiento que percibe como un desatino.
Sin embargo, debe ejecutar ese desafío.


La Central
---------- MalOff es un hombre de mediana estatura que tendrá unos cincuenta y cinco años, de cabello canoso y bien recortado.
Camina por el largo pasillo sobre una alfombra roja, mullida y adornada con rombos verdes de color oro.
Los ventanales del costado izquierdo proyectan rayos de luz en cascada y así “causan” la primitiva impresión de la efusión divina (el aliento de Dios). Las Catedrales han sido construidas para producir el efecto especial que desde los altos ventanales de vitrox derraman luz para que los creyentes, confundidos con los efectos lumínicos, entrevean la presencia del poder divino.
MalOff viste traje gris oscuro y calza zapatos negros y camina con pasos firmes.
A la derecha de aquel largo pasillo están las puertas de acceso a las habitaciones del Staff de la comisión, podría pensarse que ahí descansa el cerebro de la investigación.
MallOff piensa eso y sonríe:...

-A la izquierda Dios (efusión de luz común y silvestre que cae por los ventanales convertida en visión Divina) y a la derecha la Sabiduría.

Pero estamos en un Hotel y esta realidad impide pensar en semejantes cuestiones si no se quiere.
Además, si él estuviera regresando (a la habitación) tendría el cuadro al revés, pero no es posible porque esta yendo.
En ese instante, BienOver coincide en salir al mismo pasillo y festejan el encuentro.
A partir de ahí continúan caminando juntos, se dirigen al ascensor y bajan al lobby del lujoso Hotel Español.

-¿Cuando llegó MalOff?
-Ayer.
-Es una pequeña respuesta para la amplitud de esta Sala.

Ambos se sientan en dos mullidos sillones enfrentados. BienOver y MalOff luego de hacerlo, hablan.

-Tengo que decir que no parece tan complicado de entender.
¿Es un intento reflexivo o un dictamen inconcluso?
-Es lo que hay.
(Ríen).
-No lo sé.
(Ríen mucho más)

Una hora después se observa esta breve visión: “alrededor de una mesa rectangular se encuentran sentados a ella, BienOver a la cabecera, al costado derecho MalOff y Sindi ConIn, a la izquierda Nina SinOut y Ariadna MaxEn; en el centro se puede ver también una banderita celeste con el logo del “mundo”.



Visión intermedia

-----------------Imprevistamente, se observa la salita confortable en una detallada panorámica. Paneo completo y en corte horizontal.
Se ve una alfombra americana de color azul Francia con motivos arábigos en rojo punzó y con líneas fileteadas en finísimas tiras de amarillo ocre claro.
Se escucha un aparato de TV que nítidamente emite la publicidad de su propia programación.
Se ve un espectacular sillón de una plaza para mirar TV, tapizado en cuero negro.
La pantalla muestra, desde el medio del TVroom, una hermosa cara femenina.
Aquella locutora explica la importancia de la misión del TGA en pos de una verdad reveladora y que definitivamente explique los sucesos en aquel lejano País, la Argentina.

-Voz escuchada: ...este equipo tratará de obtener con éxito el objetivo de esta nueva misión...

LEOPOLDO FERNÁNDEZ, RECIEN BAÑADO, toma su desayuno en el dormitorio del Hotel.
Mientras mira TV piensa que todo ocurre al mismo tiempo.
El sorbo de café y su olor estimulante, la visión de la bella locutora, el relato con su perfecta voz del atentado (Leopoldo oye), todo ocurriendo en el mismo instante.
Sobre esto que enseguida piensa es lo que ahora esta pensando.
Él quiere salirse, lo único que falta es decirlo, no pudo menos que recordar (una vez más) su experiencia, la del “Informe Local”.
Habían pasado varios años (quizás treinta y cinco), sin embargo algo similar o semejante, le sigue ocurriendo.


Aquel Recuerdo

--------------Se trata del primer trabajo escrito que se publicó...;”he aquí lo que os pasa (así empezaba)...lean y busquen, busquen y no encuentren, no encuentran y....”.
Ariadna le pregunta disimuladamente a MalOff:

-¿Como sigue esta reunión?
-Tranquila
(Aconseja)
-Le parece
-Seguro que vamos a decirnos algo
-¿UD cree?
-Alguna idea siempre aparece y eso provoca algún comentario
-¿Y?
-Y así sucesivamente
-¿UD cree?
-Después de todo, las palabras, están a nuestra disposición
-¿UD Cree?
-Por lo menos hay que decirlo
-¿UD cree?
-Es que solo hay que usarlas y eso siempre es posible
(Poniendo cara de recordar)
-No exagere BienOver
-Recuerdo en aquella Conferencia de Lichtemberg, a propósito de Böhme, que se dijo:...”un texto es solo un picnic en el que el autor pone las palabras y los lectores el sentido”.
-Aja ¡(pensativo)... creo que fue en Francia...
-¿Recuerda?
(Ariadna se sonroja).
-A mi me parece que el champagne tuvo mucho que ver aquella noche.
-Eso es lo que UD cree.
-Las copas no mienten.
-Precisamente para mí significó algo muy especial presenciar aquella conferencia.
-La verdad.
-Además, hubo oradores excepcionales.
-Uno mejor que otro.
-Ojalá hubiera grabado aquellos discursos.

Ariadna interrumpe.

-¿Perdón?
-Si
-UD advirtió que dijo ojalá

MalOff pensativo

-Es cierto.
-Es una palabra Árabe
-No me diga
-Es una expresión islámica.
-Creo que es un exhorto a dios.
-Alá.
-Pero claro
-¡OH Alá!...
-¡OH Alá!!!...
-Advirtió por fin.
-Es UD muy aplicada.
-Es cierto
-Explíquelo
-Es que pertenezco al grupo de Vivar
(Dijo ella)
-¿El Cid?
(Preguntó él)
-El mismo
-¿El mismo?
-El Mío Cid
-¡Que explicación!
-Véalo UD. mismo

LA REUNIÓN CIMENTA LA CONTINUIDAD DE AQUELLA tarea y todo marcha normalmente.
Los miembros de la Junta conversan separadamente pero sin fragmentarse, era evidente y hasta televisivo.
El TGA no puede resignar su objetivo ante la duda acerca de la unidad de sus integrantes. Si eso llegara a ocurrir (lo que parece casi imposible) todo retrocedería al estadio anterior convirtiéndose en la causa inicial.

EMPEZEMOS DE NUEVO -dijo BienOver.
Todos hicieron silencio mientras se reacomodaron en los cómodos sillones, luego y al unísono, miraron al Jefe.

-Tengo noticias de nuestro agente (por Fernández).
-Ha llegado a Buenos Aires y ya se ha instalado.
-Por el momento está dedicado al montaje de su cuartel.
-Aquí tengo un E-Mail que podemos leer en el monitor:

B/Over:
Como Ud. sabe estoy en la Oficina de Buenos Aires. El Hotel es muy lindo, la habitación es pequeña y calurosa. No entiendo este País, tan grande y extenso. Sin embargo construyeron las casas abarrotada y amontonadamente.
Abrir la ventana empeora las cosas, ya que los ruidos irrespetuosos del caos urbano ensordecen el entendimiento.
No sé si me permitirán investigar porque hasta parece (los ruidos) una defensa contra algo. Insisto, es un ruido que avasalla el pensamiento, yo le diría sin exagerar que lo elimina (al pensamiento).
Espero poder cumplir con la tarea.
Esto último me recuerda la gestión emprendida y presiento que las dificultades son muchas y variadas, pero al menos son absolutamente evidentes.
Por el momento esto es todo lo que es.
Un abrazo
Leo/Fer.

-COMO PUEDEN VER LEO, está bien.
Resulta trabajoso entender esto que Leo (señalando su E-Mail) dice.
Pero surgen del texto todas las señales necesarias que garantizan los limites en la interpretación de la nota escrita y esto es lo que Leo quiere que lea. Creo que es lo que ha escrito ¡Bah!

TODOS APRUEBAN ESTA ESPECIE de conclusión con moderado entusiasmo, lo que por otra parte, no tiene demasiada importancia si se considera que todos ellos pertenecen al TGA y conforman ese grupo.
Además, comparten el mismo criterio para entender e interpretar las cuestiones que simulan abordar con independencia de criterio.
Nina SinOut inauditamente dice:

-De cualquier forma no es mejor ni peor.
-¿Que quiere decir?
-Nada del “otro” mundo.
-Dígalo
-Leo está en el escenario de operaciones
-¿Y eso que significa?
-Que nuestra tarea ha comenzado.

ES ASÍ, ES EL LUGAR ESPECIALMENTE elegido donde no ocurren nada más que aquellos menesteres que se dicen que ocurren. Lo que pasa al correr del reloj y de la “pluma”.
Un chofer maneja un Bus mientras otros circulan, casi vacíos, mientras las calles están repletas de estos vehículos.
Los Buses portan el espíritu de los nativos de esta ciudad.
Los Buses unen los ruidos que cada uno de esos artefactos produce en forma masiva y el espacio se convierte en un conjunto inarmónico y ensordecedor.
El aire se satura con las nubes de humo negro que salen de los escapes hasta anular la respiración de los transeúntes, y estos, sin embargo, se desplazan entre las sensaciones insalubres que se perciben del tránsito.
Las voces de los pedigüeños, de los vendedores de rosas, ballenitas y curitas. De ruegos por los que quieren vender a los que no quieren comprar aquellos relojes tan innecesarios.
Personas entre otras que realizan gestos teatrales para esquivar las ofertas y terminan caminando en zig-zag con casi un ballet.
Taxis grandes, medianos y chicos, taxis nuevos, viejos y rotos, la mayoría marchan vacíos, se alinean en una larga fila y marchan muy despacio al costado derecho de la calle principal.
Hay un equipo de TV, un cronista con micrófono acompañado por un cameraman, se escabullen por entre las gentes, se incorporan al gentío, y de cuando en cuando preguntan por el futuro de esta ciudad, preguntan por el futuro de este País.
A pesar del ruido ensordecedor es inevitable evitar preguntarse a que obedece, que lo causa y mucho menos dejar de escucharlo.
Alguien pregunta algo a alguien. Luce como una anciana que porta un pañuelo triangular sobre su cabeza

-¿Donde se encuentra la estatua del Cid Campeador?

Una hermosa joven, con su vestido celeste y con pequeños lunares blancos, bien ajustado a sus caderas y entornada hacia la anciana, se deja mirar los firmes senos y detenida por aquella pregunta, pregunta:

-¿Qué es lo que dice, señora?
-¿Donde está la estatua del Cid Campeador?

La joven, ahora erguida, deja ver su figura atractiva.
Su vestido trasluce sus piernas separadas y abiertas que convidan al mirante.
En tanto, ella dirige su visión imaginando ese lugar imposible de ver.
La rodean los mismos edificios que ocultan la estatua, y al mismo tiempo, su cuerpo funciona como un bello imán que absorbe y devora las miradas que miran su simulada pose.
Luego, se ciñe la cintura para decir:

-¿Es una estatua de un hombre a caballo?
-Si
-¿Que tiene una armadura de metal?
-Si
-¿Y blande una espada?
-Si
-¿Como en las películas de Errol Flyn representando al Rey Arturo?
-Si
(Dejando la exageración de lado y mirando a la anciana)
-Camine dos cuadras y doble una a la derecha, ahí esta la plaza.
-¿Para ahí?
-Si
-Creo que ahora recuerdo
-¿Ud. es jubilada?
La anciana asiente con su cabeza y dice:
-Don Ruiz Díaz de Vivar es el protector de los jubilados.
-Mire UD.
-En este País los próceres nacen, viven, se reproducen y mueren en las plazas.
-Eso es cierto.
-Aquí el Cid Campeador no ha luchado contra los Moros
-¿Y?
Por ese motivo es la estatua de esta plaza
-¿Y?
-Aquí los jubilados nos reunirnos creyendo que él nos defenderá de la Tribu Invasora
-Claro, como lo hizo en su epopeya
-Esa que ahora nos gobierna y malpaga nuestros derechos (blandiendo el dedo índice).
-Es gracioso
-Ellos se hacen llamar gobernantes pero todos sabemos que eso no es verdad.
-Es verdad

La joven caminó, mientras su cuerpo en el camino, era preñado por las más diversas miradas.
La anciana, tras sus indicaciones, se fue a la plaza del Cid.


El Caso Fernández.

------------------Leopoldo continúa recordando aquella experiencia del Informe Local, aquel que había escrito en este País.
El trabajo empieza.
Una vez concluido, puede decirse que parece una biografía colectiva y familiar.
Ahí se cuenta la historia de un grupo de personas unidas por una gata domestica y que viven cohabitando en la misma casa.
Hay un extenso y largo discurso donde se dice que la mascota es buena y linda, que posee la mirada de un gracioso animalito y por ello amado, aquella gata que....
Por fin, todo lo malo ocurre a su alrededor y lo bueno es un secreto, mientras tanto, la gata se reserva para el futuro de algunos que sufren con aquella historia.
Nada singular.
La gata no sabe hablar y por eso es olvidada en alguna parte de la historia, pero con ella también desaparece el futuro.
Eso es triste y común.
De todas formas, la cuestión conflictiva, (sigue recordando Leopoldo) ocurrió cuando se publicó y fue puesta a disposición del público en las librerías.
Ahí apareció (de aparecido nomás) el Juez Martisan que en uso de sus facultades ajustició el libro del minino aquel (cuyo autor había sido el que recuerda, el mismo Leopoldo Fernández).

-Inmediatamente que quedaron cumplidos los recaudos legales...
-Su Señoría (repite el Oficial de Justicia) ordenó secuestrar todos los textos que tuvieran las librerías
-Su Señoría considera que había sido cometido un delito y el autor era él
(¿Yo señor? -pensó Fernández).

Leopoldo recordó la creencia (suya también) del pasado que existe.
Olvidó que en realidad el pasado es solo una ilusión.
Que no es otra cosa que esa convención ideada para resolver los tiempos verbales.
Así se instaló la famosa creencia, casi religiosa, de que el pasado y el futuro no son el presente.
El único tiempo que hay siempre se lo encuentra presente.

EL JUEZ SE LLAMA MartiSan.

-Pase UD...Vuestra Señoría lo está esperando (dijo el Secretario).

Sobre el escritorio del Magistrado está el cuerpo del delito que “no era” otro que el texto de Fernández.
Luego de presentarlos el Secretario se retira del despacho.

-Sr. Fernández (dice el Juez con la parsimoniosa pose dictatorial que ejerce la especie humana sobre si misma, genética condena y espejo de sus males).
-Lo escucho Señoría
-Sr. Fernández (repite mientras hojea inútilmente el texto)
-¿Para que ha escrito esto?
(Sostiene y levanta con sus dedos prensiles el libro)
-¿Para que, qué?

SACUDIENDO SU CARA expulsa ese recuerdo, expulsa de su estado mental lo que aquel escenario representa. Cambia de canal.
Sigue en la habitación del Hotel en tanto está avanzada la mañana...

LA REUNIÓN CONTINUA CON LA misma intensidad del inicio.
Nina SinOut insiste con sus explicaciones y acompaña la documentación respaldando sus palabras. Entonces pueden verse varias Revistas de Modas, muchas con fotos de colores chillones ya que los lectores creen que por esta razón las tomas parecen más reales que la realidad misma. Prolijos recortes de artículos de diarios y unos folletos de papel color salmón que no parecen comunes y mucho menos comerciales.
Los demás parecen estar escuchando atentamente y al mismo tiempo miran todo aquel material que se les ofrece desparramado sobre la mesa.
MalOff se detuvo en un informe y lo lee con atención, se lo ve muy concentrado en esa lectura.
Le recordó el Informe Local de Leopoldo Fernández (cuando era un joven que hacia su primer trabajo) y el juicio iniciado contra aquel texto por un Juez Argentino.

LA TAREA ES COMPLICADA, SE trata de acciones humanas, de conductas de personas ¿como aislar estos datos del resto de la realidad?
Sin embargo, BienOver se dispuso a reproducir el primer dictamen que acababa de llegar de Buenos Aires elaborado por Leo Fernández:...

...”algo se ha roto en esta sociedad de personas, algo muy importante, algo esencial ha dejado de funcionar y por eso creo que hay partes (por decirlo de alguna manera) sueltas por todas partes. Desde alguna Central se imparten ordenes, instrucciones, etc...Y nada ocurre como su necesaria consecuencia.
Misteriosamente algo pasa, la gente igual ejecuta conductas...la única conexión es esta: se da la orden para que algo se haga, luego alguien obedece, pero sus actos no se corresponden con la orden. Se pide a alguien que haga algo determinado y este hace otra cosa, actúa de cualquier manera pero nunca se comporta con la conducta pedida. La situación mas extrema se produce cuando se decide una acción y nadie hace nada, esto es lo más grave, por otra parte esto es lo máximo que puede ocurrir y además está ocurriendo con mucha frecuencia.
Para que comprendan mejor, les cuento que existe una ordenanza que manda sacar la basura a la calle los martes y jueves, sin embargo, los vecinos esos días salen con todos sus familiares y se ponen a orinar en el cordón de la vereda mientras cantan el Himno patrio. Otra situación parecida se produce cuando hay obligación de pagar un impuesto para el mantenimiento de las plazas publicas a fin de mes y la gente ese día hace un gran pic-nic en todas las plazas de la ciudad en lugar de pagar el impuesto....Después reuniré en un listado los casos denunciados que son interminables.
Creo que se trata de una sociedad singular, es un caso de anarquía organizada, es muy difícil decirlo.
Al mismo tiempo y esto sería lo más relevante, lo inquietante en definitiva, es que “misteriosamente” las personas que viven aquí han encontrado la solución a los problemas que deben superar, problemas que dicho sea de paso son sumamente complicados y por lo tanto únicos, razón esta por lo que, además, la experiencia no sirve de nada.
Si un hombre quiere cortarse el cabello tiene que ir a una Rosticería y pedir pescado frito. (Continua)”...

SINDI CONIN, DICE:

-Parece divertido.
BienOver, (con el ceño fruncido)
-No creo que tenga nada de divertido.
(Mirando a los otros).
-Señores, esto va a resultar difícil pero no imposible.

LA OFICINA DE FERNÁNDEZ SE HABÍA CONVERTIDO en un depósito de toda clase de elementos y materiales. Sobre el escritorio se ven Libros, apuntes, el monitor de su PC encendido y situado en la Red.
También, se ve una grabadora y videos diseminados sobre el costado izquierdo del escritorio y seguramente en otros sitios que no están al alcance de la vista.
Se escucha el tañir de las guitarras y la voz de Carlos Gardel...:”barrio plateado por la luna... (El humo del café recién hecho y servido en una bandeja de plata)...rumores de milonga son toda mi fortuna...”.
Leo en ese instante sale del baño y se bebe el café de un solo sorbo, observa por la ventana y entonces el cantor empieza otro tema...:”Por una cabeza (siempre Gardel) de un noble potrillo que justo en la raya se niega a llegar...o al llegar”...

EL RECUERDO VUELVE, EL JUICIO padecido por el Informe Local ahí está por enésima vez, contándolo a si mismo. El autocuento.
Sin embargo, temía que, en el recurrente recuerdo, aquellos hechos cambiaran y se convirtieran en otra historia.

-Si señor, se decía Leo, esta vez lo diré como se debe. Y volvía hacerlo como siempre y como siempre se terminaba preguntando:
-¿Como contar lo que ocurrió de una forma distinta (sin alterar la historia) pero de otra forma?
-Imposible.

EL JUEZ MARTISAN se recuesta sobre su sillón reclinable, y al inclinarse hacia delante, deja ver a la balanza de la Justicia estampada sobre la cueriza negra como parte del tapizado.
A Leo la balanza le hizo pensar en el almacén de la esquina de su barrio, y cuando recuerda esta escena, se le ocurre que es la escenografía (el despacho del Juez) y los elementos (la balanza de la justicia) del decorado.
Rápidamente volvió en si, es su escritorio y está dispuesto a revisar un folleto.
El teléfono suena.

BIENOVER MIRÓ A TODOS durante unos breves segundos en silencio.

-Puedo suspender en este mismo instante la tarea y no sería correcto. Tampoco oportuno. Para colmo no se sabe mucho de lo que debemos lograr haciéndola.
Nina SinOut, (con la determinación intensa que le da el color rojo de su cabellera)
-Jefe, esa es su lectura, no creo que todos nosotros coincidamos en el sentido que Ud. no le atribuye a los sucesos (mirando a los demás).
Sindi ConIn (Que sigue con su mirada puesta en el informe de Leo)
-Creo que sería un verdadero milagro que eso ocurriera (animada y acomodándose el cabello lacio y rubio).
-Tomemos por ejemplo el plural con que Uds. se expresan. Es puro artificio (haciéndose la graciosa e imitándolos)
-En realidad no sabemos mucho
(Mirando a BienOver)
-O en realidad, nosotros no coincidimos en ese sentido.
(A Nina)
-En fin, es el error colectivo de siempre, somos todos para no ser uno.
-Nina no exagere, no es para tanto, después de todo es nuestro trabajo.
-Estamos aquí para decir lo que decimos.
(Arenga)
-No hay problema que digamos algo errado.
-Ese no es el punto.
-No señores.
-Estamos aquí para decir lo que decimos, eso es todo.

MalOff, (se acomoda los anteojos)

-Espero que Leopoldo Fernández piense lo mismo sobre estas palabras y que de una vez por todas las utilice para dar los mensajes sin deformarlos.
-Tal como ocurre
-¿Ahora?
-Por favor.

NO HAY DIFERIMIENTO ALGUNO, en realidad, los hechos siguen ocurriendo y van sucediendo, porque en definitiva es así como ocurre:
No se trata de una maniobra dilatoria,
...no hay estrategias de ocultamiento,
...no se ven tácticas evasivas,
...tampoco puede ser confirmado el objetivo en forma puntual y precisa.
El listado continúa.
Estos son los primeros datos, los primeros análisis que se acumulan y mientras tanto, continúan llegando por todos los medios.
Fax, contestadores telefónicos, E-mail se van integrando automáticamente a una base de datos con identificaciones alfanuméricas.
Cada integrante del TAG abordaba individualmente y desordenadamente la información a medida que esta va llegando.


El Informe Aquel

----------------Leopoldo Fernández, evidentemente incomodo (se acomoda en su silla)

-Pero, Su Señoría, que una gata sea el personaje central es solo un recurso imaginario, en verdad estoy anonadado
-Mire Fernández, yo ni nado ni me ahogo (toma el folleto).
-Fíjese que hay cosas con las que no se bromea, lea y después dígame donde está la inocencia en esta frase que Ud. ha escrito. Acá dice (lee):...”La Capital y el Capital se fueron a Capitalear”...
-¿Y?,
-¿Que me dice Fernández?
-No puedo dejar pasar esto con el argumento de que se trata de un recurso imaginario.
(Arroja el libro sobre el escritorio)
-Por favor Fernández
Leo (con angustia)
-Pero señor Juez se trata de un juego de palabras, no da para más.
-¿Que quiere decir con juego de palabras?,
-Nada más que eso
-¿Acaso está creando una nueva categoría de la inocencia?
-Vamos, que es un juego nadie lo discute. La cuestión es que hay juegos buenos o malos, inocentes y culpables.
-De eso se trata. Ese juego de palabras como Ud. dice, es culpable como yo digo.

Leo que intenta decir algo, pretende con su mano levantada detener (cual agente de transito) el impetuoso discurso del Juez (es un gesto insuficiente e incapaz de lograr lo que intenta).

-Pero Señoría.
‑Todo esto es un juego de palabras, desde ya.
-Ahí tiene Ud. el nombre de la gata ¿si no hay ninguna conclusión que sacar sobre su nombre, para que se lo puso?

LEOPOLDO (RECUERDA) que fue un hombre joven y entusiasta, inquieto y sensible.
Había realizado aquel texto -el Informe Inicial- (35 años antes) con gran interés y empujado por los ideales altruistas y contrarios al egoísmo (el pensaba que esto no era contradictorio)
Sentía que su discurso habilitaba a los débiles y marginados, otorgaba propiedad a los desposeídos y contrato a los despedidos, acreditaba a los humildes y etc. Es de ahí de donde sacó sus fuerzas, intuyó los argumentos que motorizaron su vida, sus actos, su fe, sus ideas, sus palabras y su primer texto que fue el Informe Inicial.
Ahora en esta confortable y moderna habitación del Hotel piensa que de todas maneras está pensando y que no puede pensar de otra manera (esto es muy importante y dicho sin eufemismos, pensar es vital) que no sea esta manera con que lo hace el pensamiento propio.
Actual y que le pertenece, actual fue siempre ahora.
Saborea el café como si fuera un catador de vinos, lo huele, lo mira, y luego degusta el sorbo.
Los sentidos siempre presentes, que obsesión sin importancia.
Sin querer, se encontró en aquella escena del despacho con el Juez, el Informe Inicial y su tímida defensa (ejercida por el mismo) de aquel texto.
Sin embargo, no era exactamente un recuerdo puro, una visión replicada del suceso, por el contrario se trataba de una reflexión ilustrada.
Si hubiera sido una película se hubiera llamado “Revolviendo las Cabezas” y la traducción para ser proyectada en este País se hubiera titulado “Cirujeando en el Recuerdo”.
El tema central que se impone es una inquietud:... ¿Por qué recordar con insistencia el juicio que le hicieron por el Informe Inicial? Aquello ocurrió cuando el tenía unos 22 años y ahora casi se reviven aquellas circunstancias con toda intensidad.

-En que idioma hay que hablar para que no haya malos entendidos, dijo BienOver.

ES UNA MESA REDONDA, tiene colocado un mantel de color blanco impecable.
Se trata del Salón principal para Convenciones del Hotel Intercontinental de Miami, en el condado de Dade.
El café de filtro parece transparente y su aroma solo se ofrece al olfato que por supuesto no desperdicia la ocasión.
Se ven otras personas, en tanto se escucha un murmullo entremezclado con el ruido de pasos amortiguados en la alfombra americana.
Ariadna se acerca a la mesa, y para eso atraviesa el salón en diagonal.
Sus piernas se ven perfectas, se encarnan atractivas a nivel de las caderas, y que vistas desde atrás, parecen un corazón al revés.
La pollera de color azul le cubre la mitad de cada muslo y ofrece una oportunidad a cada paso.
Entre-piernas que se estimulan y la cabellera pelirroja.
Sus labios de rosa pintados. Los pechos drapean obligando a pensar la mirada. Turgean sus puntas erectas por el roce de la tela de satén de la blusa blanca con que se cubren.
Al llegar a la mesa se esparció su perfume de mujer. Deja su portafolio pequeño y la notbook sobre una silla desocupada.
Luego empieza a sentarse terminando de expresar su atractiva condición con ese llamador que suena (son las esclavas de oro en su muñeca donde se clavan las miradas en respuesta del llamado) y al acomodarse queda sentada a la mesa...
BieOver (emantecando una tostada)

-¿Se imagina cuantas mujeres hay en el mundo Ariadna?
-¿Como dice?
-Si consideramos que en China la mitad son mujeres, (calculando con la cara) son muchas, varios miles de millones...
-¿Porque me lo pregunta?
-¿Sinceramente?
-Sinceramente
-Porque no sé como logra la sensación de parecer la única mujer presente entre tantas otras
(Satisfecha)
-Es muy amable de su parte, pero en realidad soy la única que está aquí.
-Es verdad, debe ser el ancestro.

En ese instante, los empleados empezaron por distribuir en el amplio espacio, las sillas de franco estilo moderno y de diseño muy acogedor.
Algunos se ocupan del escenario. Ahí hay una clásica mesa frontal, sillas para los panelistas y a la derecha una tarima en single con su metálico y brilloso micrófono para el discurso.
El cartel reza: “1er Sunmit de las Américas - Año 1994”.
Son las 7 PM, empieza la tardecita, el público ocupa varias sillas y se escucha el parloteo con su clásico ruido, el murmullo.
Algún mozo se cruza, algún asistente también, otros acomodan luces y cámaras de TV.
Faltan unos pocos minutos para que empiece aquel acto.
Atrás de la tarima, un mozo barre los restos que carga en una palita de plástico y vierte en un tarro de residuos.
Alguien conecta un cable y otra persona acerca un parlante, se aleja y lo mira, se acerca y lo mueve hacia la izquierda, se aleja y se va.

SON LAS 9 AM, el sol está tan brillante que ilumina entre las sombras por cada recoveco del microcentro.
Leo brota del taxi y luego se dirige a su Oficina.
Sube.
Se sienta al escritorio y revisa las carpetas.
Tantos informes sobre este País piensa.
Esto llevará un buen tiempo para entrar en materia.
Son acontecimientos que ocurrieron acá pero tienen conexión con el mundo, (ahora dudando).
Nadie que estuviera o perteneciera a este País sabe lo que pasa. En verdad era y es un lugar en el mapamundi. Del mapamundi.
Pensar que la TGA está en Miami (especialmente Ariadna, seguro que ella integra la misión. BienOver no la dejaría en Roma).
Pero acá está Leo, afectado a este sitio.
Al menos es cierto que este país pertenece a la tierra...y algo es algo, sigue cavilando.

AL REGIMIENTO LLEGA el Teniente Coronel “Meamed Al MEAD”.
Ha regresado de su misión que consistió en el entrenamiento en el canal de Panamá de una fuerza especial de custodia.
Al entrar a su despacho el furrier le recibe la boina bordó punzó, luego sigue caminando en silencio hasta sentarse en el sillón de su escritorio.
En realidad había entrado al país pero nadie estaba enterado que esto hubiera ocurrido y tampoco que estuviese claro como lo había hecho, tampoco hubo preguntas -recordó el Teniente Coronel.
Rápidamente salió nuevamente y se dirigió hasta perderse en el hall de entrada, como todo militar.

ADVERTIDO, Y SIN EMBARGO INSISTE, de algún modo se puede continuar, no hay razones que justifiquen lo contrario.
La misión no demanda grandes gastos pero estos tampoco son menores.
Alguien o algo motorizan el dinero que exige su ejecución.
El propio dinero se sirve a si mismo.
El material que Leo ha reunido es caudaloso, diverso, algunas piezas sugestivas y otras se ven envueltas en la tediosa rutina donde todo se iguala con la apariencia, con el lenguaje que lo expresa, o con la monotonía de la lengua y la larga dicha de no encontrar una explicación, o por fin, simple/mente para no decir nada.
Parcializar el sentimiento es parte de la tarea y Leo es un profesional en su gesta.

EL AUDITORIO ESTABA A PLENO. Habían hablado tres oradores y ahora, el público, se mueve inquieto en sus sillas.
Por detrás y al costado derecho hay una puerta de doble hoja que empieza a abrirse, imperceptiblemente deslizándose muy suavemente emerge un piano de cola, color blanco. Por fin resulta empujado sobre sus pequeñas rueditas hasta ser introducido en el salón principal. Atrás del instrumento musical una persona ingresa empujando el taburete. Luego haciendo su entrada aparece un hombre muy delgado, de pelo enrulado y brilloso. De la mano derecha sostiene un bandoneón. Se acomoda al costado izquierdo del taburete. Inmediatamente ingresa el pianista y se sienta. Se miran, confirman el acorde, y de acuerdo, ejecutan un tango. Esa melodía clásica y singular, esa música nacida de una habanera y un italiano tocando el instrumento alemán. Bandoneón arrabalero.
Esa canción que empieza a filtrarse entre el murmullo de los asistentes.
Los cameran, sus asistentes con los reflectores, con los micrófonos, se movilizan y adoptan actitudes sagaces para una nota.
Entonces todos ven entrar al Presidente Argentino.
Ahí en Miami causa furor.
Una comitiva lo acompaña y se desplaza por delante de la primera fila de asientos, y luego, primero se acomodan ellos.
El Presidente entra al recinto e invade la escena, se apropia de “la” silla y toma el micrófono, luego dice:...

-”Acá me tienen. Estoy con todos Uds. para decirles que he cumplido mi promesa (hace una pausa).
Señores hoy a las 8 de la mañana me puse a disposición del ganador del sorteo. A esa hora exactamente me presenté en el lobby del hotel para ponerme a disposición del dueño del premio. Ahí estaba listo para jugar el partido de Golf (aplausos)
...y que como todos saben el premio consistía en jugar conmigo un partido de 18 hoyos...y que como todos saben este Presidente que está para las grandes gestas...mañana serán narradas de las mejores epopeyas... (Se golpea el pecho)
-ha jugado los 18 hoyos, palo a palo y pelota por pelota... (Aplausos)”.
BienOver aprovecha el momento para escabullirse por un costado, y al salir al pasillo se siguen escuchando aplausos y carcajadas.
Recuerda involuntariamente esa parte del discurso que decía:...
-”Los recuerdos de los años malos se perdieron en la memoria cultural; las cosas importantes para la cultura de los tiempos de bonanza eran muy diferentes de las prioridades de la cultura de la época de escasez...”.
Ya lejos del ruido siguió con aquel pensamiento y particularmente con el que se refería a los tiempos de escasez. La escasez era de alimentos y vestidos o cosas materiales pero notablemente no hay clasificaciones y tampoco categorías para agrupar los tipos diferentes de escasez, de la moral...de la verdad...
(Se dijo sonriendo)
-Soy muy estúpido, como no me di cuenta antes...
Sin querer había, o le pareció que había descubierto el común denominador de este grupo que formó la TAG para investigar a la Argentina.
Los integrantes del equipo tenían en común una experiencia personal que los ligaba con aquel país.
BienOver con su abuelo, Leo Fernández con el Informe Local, Ariadna con su ascendencia Alemana. Simplemente había que ver que ocurría con los demás.
BienOver está seguro que algo importante se desató en su mente.
-De cualquier manera debo confirmar este dato, se dice.
-Necesito saber si esto es cierto y entonces tendré un panorama extraordinariamente revelador. Si es que se confirma. Con solo saber si todos los integrantes presentan estas características tendré casi el mapa (apura el paso, se entusiasma al caminar).

NUEVAMENTE EL PRESIDENTE argentino, viste un traje gris perla, camisa amarilla y corbata azul Francia, su cara brilla bronceada por el sol, su anillo de oro tiene engarzado una piedra rectangular negra que se puede ver en el dedo anular.
Su aspecto es inconfundible y llamativo, es la sabiduría pérfida o perversa del desierto.
Hay arena milenaria en sus genes, hay memoria de los días de sed y de las noches implacables.
Hay una orden inmemorial que festeja estar aquí, en la opulencia de este hotel, de los camareros y los servicios de esta gente, del hábitat.
De este Presidente se puede percibir su fuerte origen medio y medioambiente en general.
Los ademanes con las joyas y sus dedos ensortijados, la risa salada de los dientes blancos, la visión briosa muestra sus reservas de agua atrás de las pupilas y los labios humedecidos con discreción y disimulo.
Su verdadera ambición es el agua, el vaso lleno representa su objetivo.
En ese preciso instante el Presidente levanta su dedo y dice:
-Hay algo más que quisiera agregar... el partido de golf que era el premio, además de ser jugado y cumplir con la promesa, además de eso, debo decirles que el ganador he sido yo (todos estallan, risas y aplausos se mezclan).

EL TANGO QUE se escuchaba “suavemente” alcanza su mayor sonido y se convierte en un candombe....”siga el baile siga el baile, al compás del tamboril”....
La puerta se cerró detrás de si.


























Capitulo 3.

-------------En realidad esto ocurre igual que todo. Sigue pasando como pasan las demás cosas (piensa BienOver), como se generan las historias en particular y luego en general.
A pesar de la expresión poco ortodoxa no pudo evitar el recuerdo religioso y hasta recuerda al patriarca griego con su cofia negra y cuadrada.
Estaba frente al Cajero automático de aquel banco americano (GULF BANK) en la Brickell Av. en Miami. Luego de entrar a la cabina se pone a lidiar con el password; se resiste a que su PIN estuviera fallado. Insiste y recuerda que antes lo había cambiado para tener la seguridad en su uso.
Esa misma asociación le sirvió para poder recordar el nuevo número clave, introduce los dígitos correctos y todo funciona. Luego toma el dinero y sale de la cabina.
Sigue caminando con la tranquilidad de haber llegado al end. Atraído no sabe porque pero atraído, se esfuerza por continuar y además si no fuera así como seguir con todo esto.
¿Hacia donde dirigirse?
Una vez que entró al Bar pidió un expreso al estilo cubano, luego tomó el diario. Lo abrió y se dispuso a leer las noticias, en realidad era una tarea incomoda, esa hojas enormes (periódico tradicional) que proponen el ordenamiento clásico e imperativo de suministrar la información como un beneficio secundario que atrae al lector y en realidad logra encorralarle el entendimiento.
Por fin siente que el “diario” es un aparato entre sus manos, un artefacto que el mismo usuario se autoaplica acomodándose al mundo que surge de la visión diaria del diario.
Con la mirada recorre los titulares y de cuando en cuando entra en el corral más atractivo y atrayente, el de la noticia anunciada y previamente prometida por novedosa.
Que opinar frente a esa gran cantidad de paginas, tantas letras y fotos (intento imposible de probar la realidad que dice el texto decir). Como negar que esto es el mundo, las palabras y los números, la vida internacional y la nacional, lo importante y lo inútil.
La vida y los fúnebres servicios de quienes la dejan dejando sus restos.
BienOver piensa en todo ese conocimiento inservible. En el escándalo de su inutilidad registrada en todos sus textos. La devaluación cae hasta en los incunables de origen y sus principios, hasta que caigan las causas y cesen sus efectos o hasta que simplemente desaparezca el pasado.
Sin embargo a las palabras se las lleva el viento.
-Sin embargo -piensa BienOver.
¿Cuanto ha costado esta noticia ofrecida en el periódico? Y a pesar de ello será desechada por el diario que viene.
Un desaliento a la búsqueda provocada por tanta oferta de noticias y sin embargo nada se dice de mí. No soy el presidente de este país, ni de otro en todo el mundo, no soy un desocupado, no soy un asesino, no soy un taliban, no soy un artista, no soy un astronauta ni tampoco un banquero, no soy el pizzero y no juzgo a la gente, no soy juez y tampoco he muerto.
Además este diario pertenece al dueño del bar.
BienOver deja el dinero de lo consumido sobre la mesa y se retira antes que llegue el mozo.
El diario queda abierto en los clasificados y se puede ver la foto de una chica...abajo se lee un numero telefónico.
Sobre la Pagina[5] opuesta se puede leer un comentario sobre el libro “La Maquina del Tiempo”.
YA EN LA CALLE BienOver camina rápidamente hasta el estacionamiento.
Como está muy caluroso, se apura por llegar hasta su auto y poder sumergirse en el a.ac.
En dos minutos circula por la US 1 rumbo al hotel donde se aloja Ariadna.
Ella insistió con el teléfono una vez más pero no consiguió comunicarse.
Volvió a su mesa, algo molesta y hasta quizás intranquila, siguió hojeando ese libro hasta detenerse en una pagina (enfrascada en la lectura)...”quedó casi intacta y a tal punto que parecía una estatua”. Pensándolo mejor, un maniquí.
Imperceptiblemente se sienta MalOff, su presencia desactivó la pose de Ariadna y la escena se transforma en otra, indiferente.
(Así fue el corte).
El mozo apoyado en la barra pensó que pasaba como en las películas, donde todo ocurre como en la realidad. Increíble pero real.
Recordó a las personas que frente a un hecho que no saben explicar dicen: esto es de película.
¿Será necesario pagar la entrada para ver la realidad?.
Luego se dirige a la mesa de MalOff y le pregunta que desea.
En la mesa del Denis.
Al costado de una ventana abierta circula la Ocean Drive y ahí pueden verse los restos reciclados del Art Deco de Miami. Ahí MalOff le comenta a Ariadna la novedad.
-Hemos recibido noticias que en la capital de la Argentina han construido un edificio emblemático, religioso y fragmentado
-Atrayente anuncio
-No vaya a creer
-¿Que es?
-Una MECA
-Vaya, nunca me hubiera imaginado
-Imaginemos este informe en el trabajo de investigación.
-Como complica las cosas.
-El pobre Leo no esperaba semejante dato.
-Es para preocuparse.
-Pero no lo tome de esa manera
-No sirve de nada, dice Ariadna.
-Imagínese otra compañía investigadora compilando estos datos, dice MalOff.
-Es solo imaginación[6].
-Verdad, no se de que vamos a sorprendernos si hasta aquí todo lo que hay es pura imaginación.
-No
-Imposible de imaginar
-La cuestión es administrarlo y hacer el intercambio.
Ariadna (acomoda su cabellera)
-No es nuestra incumbencia profesional MalOff. Esa responsabilidad está en manos de los ejecutivos de la compañía y yo soy muy fiel.
-Que quiere que le diga.
MalOff (haciéndole gestos al mozo pidiendo la cuenta).
-Es cierto, pero ser fiel o infiel es una fatalidad, sino todo ocurriría de otra manera.
Ariadna parece no entender, pero un bucle sobre su oreja pareció destemplarle la cara y el movimiento (casi imperceptible) con que regreso el mechón al supuesto sitio que “naturalmente” ocupaba demandó su energía por completo.
MalOff pagó la cuenta.

-Vayamos al hotel, dijo, mientras leía el ticket de la consumición.

Ariadna, ahora conforme con su aspecto se puso de pie y luego, ambos, salieron del local.
Ya en el auto, en marcha hacia la reunión con el jefe, MalOff rompió el silencio.

-Hay una figura que Leo desconoce absolutamente y ni siquiera sospecha de su existencia.

Ariadna intrigada, suspira y agrega

-¿Otro cargo más?
-Así es
-¿Cuál?
-El Hoguzman de la ciudad
-¿Que es eso?
-Es muy poco lo que conozco
-Pero algo sabe
-Creo que es un cargo o algo así.
-¿Como una especie de funcionario estatal?
-Algo parecido.
-Es como Superman pero depende del Estado
-¿Sueldo, aportes y viáticos?
-Claro, obra social y sus beneficios
-Para que trabaje sin preocupaciones
-¿Como dijo que se llama?
-El Hoguzman. Se ocupa de fiscalizar a las compañías investigadoras.

HACE CALOR, CUELGA LA ROPA EN EL corredor porque hay mucha humedad. Así es Buenos Aires se dice con el pensamiento la subalterna de Leo.
Lidiaba con las tareas prosaicas de la vida domestica, pero eso sí, respetando las reglas de juego.
Sin embargo, aquellas actividades son parte de la investigación.
Mientras, pasa el trapo de piso por la cerámica del baño, luego por la ducha. Vaninetta flexionando reflexiona.

-Que diferencia hay entre la niebla del amanecer y la nube tenue en el cielo despejado de una noche estrellada, esa que llaman la vía Láctea. ¿Cual es la importancia y su diferencia? Para mí que solo miro.

Hace calor y siempre lo hizo, mientras está caluroso no hace frío, pero además está el problema de la ropa y ese vaivén de las costumbres. La imitación que provoca el nuevo desorden por las diferencias del clima.
Vaninetta siente una procesión descontrolada en su interior. Con el apuro se le caen los ruleros y al ponérselos nuevamente transforma sus movimientos en una coreografía extrañamente armónica.
Si señor, por ejemplo la navidad se festeja con los ropajes y la escenografia de un lugar en el que hace frío.
Vaninetta se sonríe en silencio.
Si se obrara de acuerdo al clima nadie tendría que simular entrar a la casa por la chimenea porque la puerta atascada de nieve no estaría atascada ya que no habría nieve y debería estar abrigado.
Por el contrarios, las personas en este hemisferio y en esa época del año andan en bermudas y remeras, descalzos o con sandalias (alentada por la situación sigue imaginando).
Un rock vuelve a escucharse[7]:...”Hace calor aquí,....
Leo entra y encuentra a su secretaria bailando un ritmo sin música, en silencio, con la cabeza llena de ruleros y un trapo de piso en las manos.
La subalterna al ver la cara de Leo no puede contener la risa y ríen.

-Así como me ve tengo noticias
-No le creo
-Le cuento
(Acomoda los enseres).
-Estuve con el portero y habló de una historia.
-Bien.
(Acomoda papeles que están sobre su escritorio).
-Primero hay que escuchar que es lo que es tan interesante.
-Tiene razón.
-Solo escuché y ahora solo lo repito.
-Bien.
-Aunque le diré que no se mirar y mucho menos ver lo que dicen.
-La escucho que cuente lo que escuchó.
-Es morocho, tiene ascendientes aborígenes
-¿Indios?
-Por su cara angulosa y la mirada.
-Mire UD.
-Es curioso como emanan de sus ojos ciertos reflejos
-Mire UD.
-Eso les viene de tanto mirar la distancia en la sabana o en la estepa, allá lejos y distantes, con hambre y en la jungla.
–Es verdad.
-Ahí cazar es vida, la zona de caza pura... ¿comprende?

LEO SE ACOMODA en su sillón poniendo los pies sobre el escritorio y tomándose la nuca con las manos.

-UD sabía (a la subalterna) que esta posición es perfecta.
-No me diga
-Es ideal para escuchar y reflexionar al mismo tiempo
-¿Porqué?
-Porque la sangre queda a un mismo nivel en los pies y en la cabeza.
-No me diga
-Claro, así el cerebro tiene un flujo permanente y abundante de fluido.
-Mire Ud.
-Dicho en otras palabras la glándula de pensar funciona con tanques llenos.
(Con sorna)
-Cuando funciona
-Por supuesto.
-Entiendo que eso no significa que se pueda pensar lo que no se puede.
-Por supuesto
-Solo hay más combustible
-¿Eso es todo?
-Todo
-Lo que tampoco es poco.
-El portero me contó que nació en Zerenguetti del Estero.
-No sabía
-Ahí la vida es muy exigente, no hay agua, ni viento
-Tampoco molinos.
-Imagínese el cuadro.
-Por favor no me vaya a contar historias de desposeídos, descamisados, despedidos, deprimidos, denotados, demacrados y otros males
-No se apure ¿Conoce el lugar?
Leo niega con un movimiento de la cabeza.
-¿Alguna vez vio películas documentales del África, donde se ven a los leones saltando sobre los lomos de los Ñus y de las cebras, ahí donde los mandriles simulan comer dátiles para sorprender al distraído y tierno cervato para devorarlo después. O los depredadores engullendo a dentelladas la sangrienta y roja carne de sus victimas. ¿Ha visto eso?
-Si, es cierto, y supera a las Enciclopedias porque es la mirada pura sin el hombre contaminando el espectáculo.
-Bueno Leo, déjese de boludear.
-Pero que me dice.
-Zerenguetti del Estero es un escenario bíblico. Hay extensas salinas que son llanuras de sal (gruesa) blancas e indómitas. Es un contacto puro entre el suelo y el sol. Alrededor de su espacio está la selva y quizás algunos pueblos.
-¿Ahora?
-Bueno ahora son ciudades que hicieron los europeos durante la colonia.
-Todo muy viejo y antiguo.
-Él cuenta que es un descendiente de los primeros habitantes.
-No me diga.
-Si. Se considera uno de los que vivían en la selva y que luego quedaron a merced de los colonizadores.
-¿y cuando quedaron libres?
-Prefirieron no volver a la selva.
-Eso es prehistoria. Eso no lo vio, ni lo vivió. Que me dice Míguela
-No se crea Leo, no es lo mismo reír que llorar (se escucha la melodía flamenca).
-Recuerde
-¿Que dice?
-Ud. lee un libro para aprender pero él debe enterarse con los hechos directamente.
(Con cara de imaginación)
-En vivo y en directo.
-Fíjese, está descalzo y con hambre.
-El Yaguareté ruge entre la vina espesa del monte impenetrable.
-Los mosquitos arrecian con sus venas.

En tanto el salar exhala el vapor caliente que impide a la razón soñar.
Leo (con el dedo en el ojo)

-No es lo mismo reír que llorar.
-Está bien (ahora intrigado).
-Digamos que eso es así.
¿Que?
-Que es cierto.
-¿Como sigue?
-De eso surgió una leyenda con la que fueron educados y criados desde pequeños. Es una ley conocida por todos, hecha para desafiar al destino y todos la recuerdan religiosamente.
-¿Y en que consiste el desafío?
-En realidad se trata de algo aparentemente muy sencillo
(Con cara intrigante).
-Cuentéeme.
-El desafío consiste en irse a vivir a la gran ciudad.
(Levanta los hombros).
-¿Y?
-Venir a Buenos Aires.
-¿Y?
-Es el famoso y legendario mandato en el “interior”.
-¿En serio?
-Vivir en Buenos Aires.
-¿Y?
-Ir a la Capital a Capitalear.

Leo se ríe, se ríe sinceramente y se ríe sorprendido por la historia de la subalterna.

-Aclaro que luego voy a terminar con esa parte de la historia, pero antes voy a contarle algo que me llamó poderosamente la atención y que es sumamente interesante.
-No se ponga misteriosa y complicada.
-Hay una parte de esa larga historia que me contó el portero y que él destacó con gran énfasis.
-Dígalo
-Cómo se armó.
-¿Como se armó de armamento?
-Si. De como llegó armado para luchar en la gran ciudad.
-No tengo una puta idea.
-Imagínese, una selva muy diferente lo esperaba en la gran ciudad. Una selva totalmente distinta a la que había vivido hasta ese momento.
-Claro. No podía predecir nada.
-Exacto. Y sin embargo trajo su mejor arma.
-¿Qué arma?
-Una honda.
-¿Como?
-Una gomera. La famosa honda con la que se cazan pajaritos.
-¿La que tiene una horqueta y dos bandas elásticas?
-Esa misma.
-No puedo creerlo
-La llevaba enrollada en el bolsillo.
-Se le cagaron de risa
-Nada de eso.
-Cuente
-Cuando llegó observó rápidamente que los depredadores locales portaban armas muy complejas.
-Me imagino
-Revólveres, pistolas automáticas, itakas, Uzy, miras de rayo láser, silenciadores cromados y muchas cosas más.
-Impresionante.
-Todos conocían esas armas.
-Me imagino
-Y rápidamente advertían el potencial peligro
-Me imagino
-Es que reconocían la peligrosidad del rival por los artefactos que este portaba.
-Así detectaban el rango y la intensidad del riesgo que corrían.
-Era simple, solo tenían que identificar la portación del portador.
-Viéndolo de lejos ya podían anticiparlo.
-Hasta podían reconocer la identidad del poseedor.
-Eso es evidencia
-El portero me confesó, que aquel poder de fuego aplastó su entusiasmo inicial pero enseguida descubrió que el abrumador adelanto tecnológico, sin embargo, lo beneficiaba.
-¿Como dice?
-Claro.
-¿Porque?
-Porque cuando veían su modesta gomera nadie recordaba aquella arma primitiva. Mucho menos su efectividad. El “olvido” de la honda fue el error de sus enemigos.
-Como no me di cuenta antes
-¿Entiende?
-Ni lo miraban siquiera.
-Fenomenal
-Me contó que se cobró varias victimas. Las liquidó así nomás. De un hondazo.
-Impresionante, espectacular.
-Imagínese.
-Me imagino.
-Un hombre recién llegado de la selva con una honda en la mano (ríen).
-Increíble
-Imagínese. Los apuntaba con la gomera (siguen las risas).
-Así nomás
-Luego los ejecutaba.
(Leo manifiesta jocosamente su asombro y la sorpresa de este dato).
-Es revelador y atractivo, incluso como mentira explicativa debo incorporar inmediatamente a la investigación esta primicia.
-¿Que le dije yo del otro?

EN ARTENA, Y NUEVAMENTE EN esa casa, están reunido MalOff y BienOver, ambos se encuentran sentados a la mesa de trabajo. Aquella que como podrá recordarse está ubicada a la derecha del ventanal, de la gran ventana desde donde puede verse la mitad del pueblito italiano.
El aroma a café acompaña a la cafetera.
Ambos se sirven en sus respectivos pocillos.
La mesa sostiene sobre su tabla una gran cantidad de materiales que informan sobre ciudades del mundo.
Se ve un gran folleto de Cirenaica antes de que se llamara Libia. Otra curiosa exposición de la vida en Senda y un gran manual de la ciudad ausente que al parecer era una fuente muy explorada por MalOff.

-Esta es la que mas se parece a Buenos Aires dijo en algún momento.

Por su parte BienOver sumergido en lo suyo, no contesta (o no sabe).
MalOff está muy cerca de una conclusión reveladora, (las de tipo bisagra) con las que se inclinan los planos, y eso se le nota.
Movía los ojos y cambiaba papeles inútilmente de lugar.

-Lo tengo.
-¿De que habla?
-De la dirección que debe tener la investigación.
-¿Del rumbo?
-Creo que hay que investigar a las ciudades.
-¿De que habla?
-Porque ahí todo funciona o no funciona, pero todo está ahí.
-¿Las ciudades?
-Claro. En lo urbano está la cantera.
-No hay ciudadanos sin ciudad.
-Claro, así es.
-Pero no se de que habla.
-Como no se me ocurrió probarlo.
-¿Probarlo?
-Probarlo con una experiencia muy sencilla.
-¿Cual?
-Una película rebobinada.
-¿Como?
-Pasada al revés.
-¿Como es eso MalOff?
-Se proyecta al revés.
-UD tiene cada idea.
-Es fácil.
-¿Y?
-Ahí las personas se dirigen hacia el lugar de donde vienen.
-¿Y?
-Es una característica inevitable.
-Demasiado fácil.
-Además, todo resulta previsible.
-Obvio.
-Es que pasa exactamente como había pasado.
-Es lo que ocurre en una película que se proyecta en reversa.
-Bien, en la rutina de la ciudad eso es lo que hacen las personas.
-Si.
¿Lo notó BienOver?
-Si, es cierto.
-Además, hay muchas conclusiones.
-Debo reconocer que ha descubierto un ángulo renovador y sencillamente singular de la mirada.
-Vamos BienOver.
-¿Que me quiere decir?
-No se olvide que he sido francotirador.
-Creo que si.
-¿Recuerda en el siglo pasado?
-Notable
-Literalmente no dejé títere con cabeza (risas).
-Claro, como no voy a recordarlo.
-Es cierto.
-Si UD lo vivió es imposible que yo lo olvide.
-Aquella experiencia me dejó esta manía de apuntar desde lugares especiales y muy cuidadosamente elegidos.
-Espero que la manía lo lleve más lejos.
-Hablemos.



















Capitulo 4


-----------”Estamos tan alegres y felices, particularmente ahora que nadie puede entenderlo y que, sin embargo, es tan evidente. Hay que escuchar a las personas, y si se presta atención, se pueden escuchar historias que dan escalofríos.
Pero en la realidad nadie escucha a nadie.
Todos hablan y hablan, sin parar, sin frenos, sin pausas y al mismo tiempo, parecen que lo hicieran en coro, en realidad son un coro. Un gran coro de voces que cantan “a capella” y cuya particularidad mas saliente es que no se comprende la letra”.

Así reza la placa en el monumento del transeúnte desconocido.

-¿Que le parece?, pregunta Leo a su Secretaria.
-¿A que se refiere?
-A esa placa
-No sé
-La inauguró el Hoguzman de la ciudad de Buenos Aires.
-¿Quién eligió la frase?
-Parece que está tomada de una charla anónima y espontánea entre dos personas que viajaban por el Subte.
-No me diga.
-Una de ellas dijo esto que pusieron en la placa.
-¿Quién eligió precisamente esa frase?
-Supongo que el propio Hoguzman.
-¿Porqué?
-Porque su tarea es la de administrar los anonimatos famosos y los desconocidos notables que como todos sabemos, fluyen de entre el gentío.
Es así cuando este funcionario aprovecha para suministrarle categorías, designarle plazas y calles.
En fin todo aquello que permita materializar el soporte de esas almas plantándolas en algún cuerpo por donde verles la cara.

-Tarea difícil la del Hoguzman.
-No crea
-Fácil no parece.
-Es una tarea que se hace por vocación y eso no es difícil.
-En ese sentido es verdad.
-Hacerlo bien es otra cosa.

LEO POR FIN se queda solo.
Se saca la corbata y se desabrocha el cuello de la camisa.
Mientras prepara el cuarto café del día. Luego deja que su mente deambule y en pocos instantes se encuentra con el Informe Inicial.
Otra vez el pasado aquel, la misma ciudad donde aquello ha ocurrido, los editores desaparecidos ahora y aquel Juez instalado en la insistencia penosa de su propio recuerdo.
En ese despacho mugroso, lleno y abarrotado de expedientes, sillas de color marrón y rayadas con los cantos de las monedas.
Sillones elegantes ludidos por la marginalidad del fuero.
El aire, al respirárselo, huele a humo nauseabundo de cigarrillo expirado que se une al mal aliento matinal y resulta en la resaca de la trasnoche. Sin mezclarse, y esporádicamente, el olfato se altera con ráfagas de algún inodoro cercano.
Por el suelo, puede verse y tirado, el piso de madera de buena calidad, pisado hasta el desgaste de sus vetas, manchado con el kerosén del lampazo oficial y opacado por la estopa.
Leo está sentado mirando ese escenario (el cree que lo ocurrido puede ahora decirlo con palabras para que aquel hecho parezca que está ocurriendo de nuevo).
Es el escenario del desaliento, pero ahí está, la gente va y viene llevando papeles y fumando. Caminan apurados y con gestos intrigantes.
Es inútil, pero ahí está.
Parece la realidad.
Lo llaman de una puerta en el fondo de ese pasillo.

-Fernández.
-Aquí estoy.
-Venga por aquí.
-Si señor. Ahí voy.
-El Sr. Juez lo atenderá en este despacho.
-Si.
-Haga el favor de pasar y esperar unos instantes
-Si.
-Su Señoría enseguida viene.

Leo recorre el pasillo, entra al lugar y se sienta a una mesa redonda, espera mirando.
El Juez entra, y tras si, (como en el bolero) cierra la puerta.
Luego, sin parsimonias, se sienta frente a Leo.

-Que tal Fernández.
-Bien Su Señoría.
-Con que lo tenemos por aquí.
-Así es. Me citaron.
-No se preocupe Fernández (ríe).
-No le estoy haciendo una imputación.
-Se trata de una broma.
-Es probable.
-Pero claro hombre.
-Míreme Fernández. UD no hace una buena lectura de esto, piénselo.
-Pienso que tiene la razón de su lado
-¿UD cree?
-Es una verdad pero verdad al fin.
-Además (guiñando el ojo izquierdo) no se olvide que la autoridad lee como quiere.
-Seguro.
-¿Porque no aprovechar esa ventaja?

Otra vez Leo sacude su cabeza y cambia la posición, desplaza ese recuerdo que le surge emotivamente y acude al café.
Comienza con poner el agua a calentar, luego limpia la cafetera y coloca en el filtro una porción.
El aroma se esparce.

A LA REUNION, EN SU CASA DE ARTENA se habían agregado Sindi ConIn y Nina SinOut, por lo que un clima diferente se había instalado en el living y la sensación de una euforia controlada y paralela estimula al observador, si es que lo hubiera habido de aquel cuadro. Como nadie ve aquello, la sensación está de más.

-Insisto.
-¿En que?
-En no dejarnos llevar.
-¿A donde?
-A una conclusión sin antes tener plena seguridad.
-¿Plena seguridad de que?
-Del rango de verdad.
-Pero Jefe, eso es muy burocrático.
-¿Burocrático?
-Claro.
-Claro.
-Necesitamos repasar la carga, verificar si la dirección hacia el destino es la correcta, chequear el combustible.
-¿Y?
-En fin, comprobar que todo esté en orden.
-¿Para que?
-Para continuar la marcha (Nina al decir esto, busca en los demás un gesto de aprobación).
-Ahí hay un dato interesante -dijo MalOff.
-¿Dato dijo, que dato?
-Fíjese lo que termina de decir.
-¿Que dije?
-UD habló de una preocupación tan antigua y remota de una caravana nómada.
-No entiendo.
-Claro mujer, UD habló como si hubiera pertenecido a una caravana del pasado remoto, bien remoto.
- No entiendo.
-¿Ud. habló de parar en el Oasis?
-Si.
-¿De revisar los pertrechos y verificar los elementos vitales?
-Si
-En fin, algo propio de marchar de un lugar a otro.
-No sé, me perdí.
-Sin embargo, es fácil de entender.
-No sé.
-Se trata de viajar y sobrevivir.
-Lo dijo con las mismas palabras, dice BienOver.
-Es verdad.
-¿Ve?
-Casi sentí sed y hasta pude oler la transpiración.
-Claro
-Es increíble (se mira las axilas) -dijo Sindi.
-No esperaba este efecto.
-No sé -dice MalOff.
-Sugiere más.
-¿Le parece?
-Si.
-Pensemos que es una expresión surgida de hechos pasados y remotos.
-Quizás.
-Aquella expresión obligó a la gente a inventar el lenguaje.
-Solo para decir eso.
-Luego, para algo más.
-Exactamente que.
-Piensen que eran situaciones muy críticas y extremas.
-Ya lo creo.
-Se justificaba inventar el habla.
-Al menos el comienzo de una charla.
-Es verdad.
-Quizás hasta el próximo Oasis no se decían más nada.
-Seguro que transcurrían varios días sin decir una sola palabra.
-Al comienzo estaban acostumbrados a no hablar.
-Y con el tiempo se fueron diciendo algo más.
-Es probable.
-¿Por ejemplo?
-Hablar mientras se iban a dormir.
-Claro, después lo hicieron para entretenerse.
-Luego hablaban por hablar.
-Como ahora.
-Probablemente.
-Sin embargo no me había propuesto llegar tan lejos.
(Advertido).
-¿Con lo que dije?
(Arreglando)
–Me refiero a la distancia que se mide con los dichos.
-Eso no interesa, Nina.
-¿Que es lo que interesa?
-Lo que importa son las palabras que se dijeron.
-¿Y el autor?
-Para nada, su autor no importa.
-Está al margen.
-Es misterioso.
-Es que se trata de una investigación.
-Cuando se conoce lo que se indaga no se está investigando.
-¿Que ocurre en ese caso?
-En ese caso (de saberse lo que se quiere saber), se representa que se está investigando algo.
-Simulando, dirá Ud.
-Bueno, si
-Después se disimula
-Y todo se complica.

EN LA SALA DEL TVROOM, sentado en el sillón negro el Hoguzman mira el noticioso de la CNN.
El locutor explica los pronósticos metereológicos y la importancia del clima.
Aporta placas con estadísticas de las lluvias caídas en distintos lugares.
Su conclusión suena escalofriante y al mismo tiempo parece una noticia más, otro dato.

-La temperatura se ha elevado unos 4 grados en todo el planeta. Como consecuencia los polos se están descongelando y esto aumentará el volumen del agua en los Océanos. Por esa razón (no es la única pero si la principal) se han multiplicado las lluvias y estas son cada vez más copiosas. En consecuencia se verán incrementados los torrentes de los ríos y aumentaran dramáticamente las probabilidades de inundaciones por todas partes...

POR FIN LLEGÓ con el café recién hecho.
Ahora podría decirse que la tarea habrá de realizarse.
Planean el viaje a Artena y llegar a la reunión general del TAG (los periodistas no pueden recordar el significado de aquella sigla).
Planean en el ordenador un mapa hipotético de la ruta por donde viajar.
Ahora están en Benicassim, un lugar poco común. Como se acostumbra decir a veces, no hay palabras que lo describan, es imposible (en una palabra), es toda la evidencia que de este pueblo se puede tener.
En realidad nunca se había planeado aquella reunión.
Resulta significativo que ahora se hablara de eso. Solo cabía la conjetura de que Slavoj se hubiera puesto en contacto con MalOff.
En fin, lo demás es sencillo de imaginar.
De alguna manera comenzaban a preocupar la demora en los resultados de aquella misión en aquel país latino y sudamericano.
No se podía dudar que el grupo de investigadores realizaba su tarea con gran despliegue de energías y con avezadas gestiones.
La preocupación estaba provocada por el estado social que padecía aquella sociedad sumergiéndola en una crisis sin precedentes (según los diarios era de una proporción inédita) y apuntaba a obtener, con aquella investigación, una respuesta que la aliviara.

-Da la sensación de que hemos llegado tarde (repensándolo) ¿Que conclusiones se pueden tener y extraer? preguntó Nina SinOn.
-En realidad esto no puede comprobarse, salvo que se considere a la luz del resultado final. No obstante habrá que responder a otros interrogantes.
-¿Antes o después?
-En realidad habría que saberlo antes porque después (saberlo) modificaría la respuesta.
-Bah, será demasiado tarde.
-“Domani e tropo tardi” ¿recuerdan?
-Por esa razón Fernández fue condenado en el caso del Informe Inicial.
-En particular el Juicio Obsceno que se le hizo por obscenidad.
-Seguramente ahí se descubriría, quizás tardíamente, el desplazamiento que le ha permitido a la lengua particularmente su uso.
-¡Bah! las malas lenguas.
Dijo algo más en voz baja, algo más acerca del bagaje de herramientas, y como concluyendo, una frase que era más aún. Más perversa que la inocencia.
Es probable que Leo descubra en el solapamiento del lenguaje y su doble camino, un pasado que no le impute bifurcaciones. Se trata de un ardid histórico con el que él, precisamente, pretende legitimar una inocencia. Sin embargo, esta maniobra resulta insuficiente para saber si expresamente se refiere a la suya.

-Decidlo.

El lenguaje oral y el escrito.
La prueba más concluyente de esta farsa se representa en el Palacio de la Justicia.
¿Podrá decir Leo lo obsceno que tiene el ojo descubierto de la mujer (que no mira lo que no tiene que ver)?
¿El pecho y su pezón saliendo del sostén ante la mirada inesperada del mirador desconocido (cual el soldado)?
La soledad es combatida para que no haya secretos (el secreto debe ser violado por la verdad). Esas son sus consecuencias.
La intimidad no puede existir, o bien es reducida a su mínima expresión, a su menor tiempo de exposición (lo que dura una ducha, lavarse los dientes, comer una hamburguesa).
Alguien o algo lo sabrán de todos modos.
Esto es posible por el mecanismo que impide, evita y obstruye que las personas estén solas y se disfruten, a que sean[8].

EL INFORME ARROJA sus primeros resultados, y desde ya, esto produce mayor concentración en los integrantes del TAG (nadie recuerda lo que la sigla significa).
La preocupación volvió a los rostros de ellos, aquel fantasma que se despertara con el dato de la maquina de Darwin[9]:”sabemos cosas de las que no podemos hablar”.
Volvió a resonar en sus oídos.


Capitulo 5


------------UNA VERDADERA COLISIÓN SE ESPERA EN semejante escenario.
Las consecuencias son impredecibles, y curiosamente, imprescindibles.
Si bien deja de ser una preocupación, experimenta molestias por las “ideas de ruinas” con pensamientos destinados a los demás.
Viéndose nuevamente en la posición inicial, como al comienzo, decide prepararse un café.
En realidad se trata de una sensación de preocupación por estar situado en el principio.
En ese lugar donde no ha ocurrido nada todavía.
Y peor aún, donde a pesar de la convicción indubitada de lo ocurrido (y pasado) esto no alcanza o se diluye.
Se desvanece para nunca más volver.
El aroma de aquel humeante café llegó excitante a la nariz de Leo.
Tomó dos pocillos y decidió continuar con la tarea.
La investigación prosigue, con estos criterios modernos, con estratégicas alianzas de mecanismos insólitos, con actitudes inservibles y uniformes también.
Con todo esto y lo que vendrá, la tarea se realiza inexorablemente.
Quizás su observación, hecha ahora desde afuera, desde una posición alejada del grupo de trabajo, quizás ahora, le permita generar conclusiones enfrentadas, contradictorias.
En fin, una lectura que defina esa aparente actividad caótica conformada por hechos (explicables o no). Quizás todo ese discurrir que se desenlaza encadenado de alguna extraña manera, corresponda considerarlo como la investigación. O creérsela que está investigando.

BIENOVER, EN SU mesa de trabajo, sumergido entre papeles y otros documentos, reclinado, medita.
Hay una línea, una hipótesis que no se puede abandonar. Aquella de la tribu invasora y la tribu invadida.
Aquella visión hipnotizadora. Siente que para seguir adelante con aquella idea es necesario incrementar su desarrollo y profundizarlo.
Buscar en las raíces y acrecentar las figuras centrales, aumentar sus dimensiones, exagerarlas y aplicar el exceso.
Pareciera categórico, pero esta actitud resulta indispensable a la hora de tener conclusiones creíbles y aceptables.
Al volver a aquel episodio, se ve el mismo ejército que ejecutó la invasión.
El que luego de someter a los invadidos pasó a cumplir funciones totalmente contrarias.
Ahora, ese ejercito se ha convertido y es el guardián de todos (post invasión) blandiendo la pax civilae.
BienOver vuelve, al tener esta visión consecuente y en consecuencia, a su vieja obsesión.
Es más, siente el escalofrío que provoca la experiencia inédita e inexplicable de la singularidad misma.
Un historiador banáusico lo habría sabido explicar sin perder la oportunidad, y mucho menos, el intento.

-¿La pax entre quienes? -se preguntó BienOver.

También lamenta la ausencia de los integrantes de la TAG.

-Si al menos estuviera MalOff o Nina

No era una pregunta de complicada respuesta, en verdad.
Era evidente que la pax impuesta creaba las relaciones entre invasores e invadidos.
Incrustaba la convivencia entre las dos tribus.
Es cierto que luego, transcurrido los tiempos, se tornó complejo, pero el origen estaba claro.
El mismo ejército que sirvió para invadir.
BienOver (ensoñando, trata de hacer lo mejor posible).

-”Los caballos al galope en la madrugada, emergen de entre la neblina densa y fría.
-Desparraman trozos con barro y pasto húmedo levantados del piso por sus enormes cascos herrados...
-Los sordos ruidos (oír se dejan) se transmiten por el suelo mientras los relinchos armonizan con los choques de metales entre gritos guturales
-Ug, Ug, Ug”.

Escena revelando la situación MISMA, el resultado del debate acerca del inicio, y más tarde, lo que vino.
BienOver aseguró su pensamiento.
Se trata de la primera batalla, de la ocasión inicial. Donde y cuando, la tribu invasora sometió a la invadida.
Luego ocurre lo que siempre ocurre la primera vez, esa noche el invasor durmió en la casa del invadido.

-¿Como hubiéramos conversado si MalOff hubiera estado conmigo? -se preguntó.
-¿Que pregunta la suya BienOver?
-Explíquese
-Míreme (si puede), hágalo bien.

MalOff supuso que BienOver exageraba como era su costumbre.

-Es así, no tengo una clara explicación
-Bueno, pero eso no es tan grave.
-Recordemos cuantos seres viven en este planeta sin saber la hora siquiera.
-O los que vivieron hace miles de miles de años, y sin embargo, lo hicieron
-¿Vivieron?
-Vivieron, nada más.
Ambos quedaron en silencio. Meditan sentados en sus sillas, y en esa posición (de lectura), enfocan la mirada en los papeles escritos.
Las miradas dirigidas a los dos textos, y nada. Leen.

POR FIN, LEO SE pregunta porqué lidiar con Nora Nuncán.
Todavía no entiende como se interpuso entre él y los miembros del TAG.
Pero ahí está, renegando y mascullando explicaciones, improperios.
Él hace conjeturas de que eso ocurre por lo exótico que resulta este País que están investigando.
Hasta lo dice en voz alta.
Se pregunta cuantas veces más tendrá que llamar a Nora para que entregue la encomienda. Después de todo es un simple mandado.
Es que la actividad realizada y la que continúa dejan de hacerse.
Pensó BienOver, mientras experimenta curiosidad, tuvo que pensar lo que pensó.
Aunque pensándolo mejor, en realidad, se trata de palabras y nada más.

LEO NO QUIERE recordar aquella vieja cuestión del Informe Inicial.
Sin embargo, vuelve a hacerlo.
La calle Winter en inglés significa invierno mientras que en el pueblo donde Leopoldo nació se alude a un personaje local...”el sargento Winter”.
Un héroe en la conquista del desierto. Uno de aquellos grandes matadores de indias y niños, ya que en otra parte (Inglaterra quizás) significa una estación climática, el invierno.

LEO SE PREGUNTÓ que podía llegar a ocurrir si juntaba al “sargento Winter” con el invierno.
Apareció un cuadro de fines del siglo XIX, ahí donde ocurrió la guerra de secesión Norteamericana entre yanquis y confederados:....”el sargento Winter desestriba y desciende de su caballo zaino, se trata de un pequeño pueblito en el estado de Carolina del Norte. El paisaje todo nevado (su aliento vaporizado se junta en una sola nube con el del caballo). El suyo...”.

LEO SE DESALIENTA con esa equivalencia matemática y opta por la calle Winter sin traducción.
La tentación es inevitable (o quizás esto pruebe la maternidad de una idea) y una inocente palabra resulte ser la energía que alimenta el mecanismo pensante de una persona.

-Buena pregunta
-Verdad
-Es más que eso.
¿Qué otra cosa?
-Aparenta ser impresionante.
-Central
-Si, parecen esas cuestiones que luego se convierten en leyes.
–La gravedad, por ejemplo.
-La vida
-Verdad
-La muerte
-¿Ud. se refiere a las ideas?
-Le diría que si.
-¿O a las palabras que las representan?
-¿Como?
-Le digo que no estoy seguro
-¿Como se siente?
-Sorprendido
-¿Cree haber comprendido algo?
-Es lo mismo
-¿Al mismo tiempo no cree que haya ocurrido?
-Eso mismo.
-Bien. Para mi es suficiente.

LA TEMPORADA DE VERANO comienza a recorrer el mes final, en unos veinte días comenzará el otoño.
Sin embargo, el calor abrumador sofoca durante el día y a la noche se aplasta bajo el peso de su sopor.
Nada está ocurriendo que no haya ocurrido, de eso también se ha tomado nota.
Lo nuevo es la parte que no se conoce de la historia.
Abordará más cuestiones. Eso no es sencillo.
Es necesario contar con más personas que realicen las tareas acrecentadas.
Además, en la ciudad, se ha restablecido una tranquilidad atípica que justamente dificulta el indagar.
Otra vez la incertidumbre amenaza lo sabido.
Es necesario advertir algo que obligue a conjurar la conjetura.
Conocer de cualquier manera esa parte que se presenta invisible al cerebro y a la mente.
Habría que pensar sin que los sentidos perciban los datos sensibles (visión-ruidos-olor-sabor), sin que estos certifiquen la existencia de lo que no está.
Sin embargo, se piensa así.
Esos recuerdos rondan a los integrantes del TAG.
Aunque actúen agrupados o aunque lo hagan individualmente.

ADMIRACIÓN CONTINÚA, es lo que refleja la cara de Nina SinOut en cada oportunidad que puede hablar con alguien después de su arribo a Buenos Aires.
Es cierto que habían sido dos días. Solo dos desde que llegó.
Sin embargo tuvo oportunidad de hablar con varias y diversas personas.
Diareros, taxistas, quiosqueros, pedigüeños de toda índole (hasta empleados administrativos).
Se podría decir, a pesar del poco tiempo transcurrido, que ya disponía de datos cualitativos y cuantitativos suficientes como para tener algunas aproximaciones y hasta semiconclusiones.
Las semicantidades eran su fuerte.
Por ejemplo: no le cabía ninguna duda que casi todas las personas contactadas pertenecían a la tribu invadida.

LEO MIENTRAS TANTO, ha comenzado otra jornada de trabajo y analiza el material.
En esta ocasión revisa una carpeta que al parecer le demanda algún esfuerzo extra (es lo que él supone).
La hipótesis planteada por BienOver no había despertado gran entusiasmo entre los integrantes del TAG, excepto en MalOff.
Nina arregla su cabello frente al espejo, está desnuda y solo tiene puesta su braga (bombacha en el argot local). Sus movimientos desplazan la libre disponibilidad de sus hermosos pechos, pero está sola y se sigue peinando.
Considera entusiasmada, la reunión de madres y esposas golpeadas (en la emergencia) que va a realizarse en un local cerca del hotel.
Luego de leer en la calle un panfleto de la convocatoria le pareció que concurrir a esa reunión sería una oportunidad interesante para engrosar la investigación.
Nina se dice, que no hay algo mejor que dejarse llevar.

MALOFF SIEMPRE SOSPECHÓ DEL ESTADO y todo lo que lo integra, lo que la propia palabra denota y connota,...un Gobierno es: El invasor que el día después de la invasión se convierte en algo llamado poder.



















Capitulo 6.

-----------ARIADNA MAXENT ESTÁ en Buenos Aires. Recorre las calles al azar, mirando. Al mismo tiempo, una gran intriga ocupa su pensamiento. Se trata de una inquietud de vieja data registrada en su pasado.
Si fuera posible, hablaría históricamente de los hechos ocurridos.
Fortuitamente ha empezado por visitar los Bares y las Peluquerías de señoras.
Por supuesto, trata de no llamar la atención, se propone no perturbar el ambiente con su visita.
Ciertamente, la ayuda su dicción. Habla español a la perfección.
Especialmente con aquella tonada que utilizan los habitantes de la ciudad de Buenos Aires, y particularmente, el uso del “vos”.
Ariadna tiene un especial perfil práctico que la destaca en sus indagaciones y que resulta “imposible” descubrir.
Solo sabe hablar.
Los observadores la miran con cautela, y expresan sus opiniones reservadamente ante esta bella integrante del TAG.
Alguien notable estima riesgoso su método basado en la intuición y el azar.
Por ejemplo, cualquiera de ellos se debería haber preguntado con gran extrañeza, porque eligió los Bares y las Peluquerías de Señoras para encontrar y recoger los datos que sirven al análisis.
Aunque antes habría que conocer su obsesión por las cantidades.
Solo las magnitudes incitan su imaginación, y especialmente sus ganas de hacer las cosas o concretar las acciones.
Últimamente se empeña en establecer y descubrir indicadores cuantitativos para medir el placer, el dolor, la belleza, el gusto, la conveniencia, la simplicidad, la facilidad de uso, la credulidad, la ciencia, la responsabilidad, la iniciativa, la lealtad o el descaro.
Quedó muy impresionada por el cuantificador existencial con el que puede exactificar “el” concepto de existencia.
Sin embargo, no sabe aplicar la medición a una existencia.
Llegó graciosamente, a imaginar a su modista, midiéndole el talle de sus deseos y tomar la sisa a su ambición.
Ese extraño impulso de medir, estimulaba en su organismo, la segregación de alguna enzima que le provocaba una potente sensación de placer en medio del cerebro.
Tenía la convicción, que medir y asignarle cantidades a las cosas, era un mecanismo para procurarse placer mental.
Es que algo ocurría luego de convertir a magnitudes sus sentimientos, al menos eso creía sentir.

LEOPOLDO busca encontrar en cada dato o información, un significado.
Siente el pulso signico. Así se lo explica el mismo.
Aunque visto desde otro ángulo, podría ser que funcione al revés.
Podría decirse que de cada hecho del que tenia noticias, inmediatamente experimentaba la necesidad irresistible de asignarle un significado (porque nombre ya tenia).
Esto cambiaba en parte las explicaciones pero el producto final resultaba ser el mismo -replica Leo.
Temerario pero sagaz, permanece inconmovible frente a su mesa de trabajo hasta que el significado aparece.
Luego labora febrilmente el texto de la recién nacida conclusión.

La ciudad (de Buenos Aires) es de una magnitud llamativa aunque en la realidad eso es lo que se percibe. Al mismo tiempo todo está hecho para disimular esa macrocidad urbana.

Así encabezaba el parte informativo de su reporte diario -Leopoldo.
Con la misma búsqueda de mejores respuestas había llegado a tener una visión cada vez más elevada, quizás alejada de este País exótico y diferente.
Tanto se desplazó, que empezó por mirar un mapa, el del propio país, esto le permitió advertir las dimensiones a escala, pero con magnitudes.
Semejantes distancias, tanto territorio de espacio recorrido y deshabitado, concluye, sin más tramite, en esta fenomenal concentración de personas que habitan en la ciudad de Buenos Aires.
De esa causa que tiene aquella densidad demográfica solo puede tener origen esta única e insólita ciudad.
La misma que se ubica en un pequeño rincón, que se sitúa en un “bajo” que se enfrenta al río de agua enlodada, que mira la amplia salida al océano a imagen y semejanza de una cloaca.
Sin embargo, ahí está.
La particularidad primera es esa, todos los habitantes o casi todos, viven reducidos a ese espacio. Viven juntos en una gran ciudad, sin atenuantes, y en un ritual adornado con cotillón barato mientras insisten en decirse que pertenecen a un extenso territorio al que no conocen y que jamás han visto o verán.
Leo percibe, para bien de la conjetura, que esta puede ser la punta del ovillo, que puede estar tocando el principio visible del resto.
Al menos le resulta una atrayente certidumbre.

ENTRE TANTO, Ariadna continúa su intensa tarea recorriendo Bares y Peluquerías de Señoras con la majestad de los números anotados en su libreta.
Un árido escenario presenta la ciudad por la mañana, un viento insolente desplaza de su lugar los baldes de plástico, y al mismo tiempo transmite el ruido natural que hacen las partes sueltas de las mamposterías.
La sinfonía insoportable que produce con aquellos sonidos la existencia de los fragmentos.
Ariadna, sin dar mayor importancia al meteorismo, prosigue con su afán investigador en Bares y Peluquerías.
Es más, pretende una encuesta oficial.
Nina, por su parte, especula con obtener beneficios con los datos aportados por el uso de teléfonos celulares.
Esto parece una tarea menos complicada (que la de Ariadna), con la ventaja de ofrecer una mayor cantidad de información en el output y sin necesidad del imput.
Así llegará a reducir drásticamente la demanda de materia prima.
Resulta llamativo que después de tantos años en ese silencio, nada se dijera todavía.
Ahora da noticias.
Enmudecida de aquellos entusiastas comentarios iniciales ahora parece volver a su mutismo anterior.
Comentarios que parecen un regreso a lo mismo, pero solo parecen.
¿Que ha cambiado, donde está la novedad, que telón oculta y vela la escena?

LEO NITIDAMENTE recuerda, el incidente del Informe Inicial, pero en realidad desea comprobar como pudo sobrevivir a la justicia de aquel País.
Al margen de aquello, los integrantes del TAG muestran la cartografía de sus recorridos, los lugares y los resultados visibles, los puntos de intersección en las coordenadas de aquel tiempo y espacio.
Ariadna sigue tras los datos en Bares y Peluquerías.
Nina obtiene tangibilidad en los registros de los teléfonos celulares.
BienOver con su hipótesis de la sociedad que ha sido el resultado de las relaciones sobrevividas entre la tribu invasora y la invadida, la existencia del día después de la invasión y el origen del Estado.
MalOff obsesionado con el gobierno.
Leo tras la justicia.
Sindi ConIn en la búsqueda común que todos habían emprendido de este raro y exótico país.

ASÍ, prontamente, ConIn se encontró ensimismada con el caso de un médico pediatra.
Había conocido indeseadamente a esa persona a propósito de un chico que concurría con su madre al centro de mujeres golpeadas o como le decían en el barrio las refugiadas del “MEDIORIEN”.
Lo cierto es que colaborando con la madre de aquel niño, se contactó con el Médico de niños, el doctor Manolo Horrete.
Un incontenible pálpito la impulsó a profundizar el trato con el Dr. Horrete convencida de que ese particular conocimiento le proporcionaría resultados de gran valor para la investigación. Al menos eso fue lo que escribió en su último parte/diario.
Sonó a gesto burocrático pero BienOver decidió esperar el material prometido.


































Capitulo 7


------------AQUELLA NOCHE LLEGÓ, al mismo aeropuerto, Osvaldo Ferrari (testarrosa para sus conocidos).
Robusto y de piel oscura, cetrina que denota los ancestros africanos, quizás desde y por el sur de Italia. No obstante, él regresaba de Barcelona.
Su objetivo era observar de cerca los movimientos del TAG.
Ahí, donde se pudiera visualizar la actividad de este grupo llevando a cabo aquellas clásicas misiones. Allí se dirigía O.Ferrari.
Se ocupaba de interpretar aquellos movimientos y declaraciones, en general, y en particular dejaba satisfecha su curiosidad.
Trabajaba para un diario, el “Revel” de Paris y en ocasiones para el “Rebelaos” de España.
Su acción de revelar la rebeldía o descubrir la rebelión, o manifestar el alzamiento o señalar los comienzos, o decir lo que se grita, o investigar lo inevitable o divulgar el desenlace o desentropiar la entropía o juntar la tropa. De ahí el mote de “testarrosa”.
Lo que además de proponérselo, lo realizaba automáticamente.
Con su desplazamiento, luce piloto negro y largo, espectacular.
Lo compró en el Corte Inglés de Valencia el día anterior al vuelo.
En su mano derecha lleva un bolso verde oscuro y un ejemplar del “Levante” de Casteló.
Ya en el Taxi, durante el traslado al Hotel, Ferrari recuerda la vida que tuvo.
En las acciones rutinarias dedicadas al cuerpo, comer, dormir, trasladarse y el traslado, el desplazamiento y la fuga con su consecuencia inmediata, la distancia.
Los tiempos que aquellas acciones le habían demandado, siendo en si tan inevitables, y al mismo tiempo despreciadas por todos, especialmente por el otro que “altero decit” – en su propio decir.
Así, en una especie de discurso interno, O.Ferrari acostumbraba a comentarse estas cuestiones.
Al mismo tiempo miraba desde la ventanilla el paisaje al costado de la autopista.
Ahí vio los predios de potente verde que tiene la alfalfa arrepollada (y recordó los campos de Venado Tuerto) y la carnosa clorofila destellando reflejos desde las gotas del rocío que se posaban sobre las hojas. Agua pura que irá a sus raíces. Recordó más, también había estado en los fértiles pastoreos de Santa Fe donde conoció a una fecunda adolescente.
Un padrillo, esbelto alazán y de galope detenido, eyacula solo en la esquina del lote. Lo puede ver contornearse al compás de sus propios estertores.
Osvaldo pensó:...

(((-”Que tema es...que gran tema....”)))

Esbozó una sonrisa.
Llegó al Hotel, y luego de firmar la tarjeta con sus datos personales, subió a la habitación.
Ahora, como antes, también estuvo en Buenos Aires, la ciudad de, Buenos Aires. La ciudad.
Su idea, el objetivo y aquel portafolio, ahora son otros.
Habrá ocurrido por simple acumulación, pero ahí está la novedad.
Tantas veces deseó regresar al País desde que se fue aquella tarde de 1981.
Fueron varias las oportunidades que tuvo, pero por fin su vida, se deshizo.
Su propia existencia y lo que había sido, se terminó.
Luego resultó “prácticamente” imposible volver a hacerlo.
Así O.Ferrari (el Testarrosa) estuvo de regreso en Buenos Aires (la Mona toca su nariz festejando el buen olor).
Un verdadero enemigo lo trajo por aquí.
Ferrari miró por la ventana del Hotel y vio los autos circulando por la calle Corrientes.
Su mirada se detuvo en el bajo, L.N. Alem y al final divisa el Luna Park.
Una canción de la época le recordó que el “intocable” debería haber peleado por la noche.
Se dijeron otras cosas, pero también recordó, que siempre hay que volver al primer acto, en particular cuando el espectáculo debiera continuar.
Indudable e innegable, la retórica fue su gran fuerte.

LEO SE EXPLICA UNA curiosa pieza escrita que había llegado a sus manos.

-La vanguardia no existe más, dijo.

Pero en realidad nunca hubo tal cosa, salvo en la batalla. En la guerra es diferente. Porque la batalla es un acto puntual y preciso.
Su duración está a la vista y no demora en terminar. Semejante acto, cuyos efectos perduraran en el tiempo, la batalla es el puro presente.

LEO LEYO, al considerar la Guerra, y vio (febril y resfriado), a Eros corriendo descalzo por entre los escombros calcinados.
Desnudo y en carne limpia. Entre cosas comunes, como en este caso pretendía, la carne que humea chamuscada, sin embargo, sin importarle el escenario, cree que busca un “telos” (de-sagacidad porteña), y cree que lo va a encontrar.
Continuó su consideración sobre la guerra, con un extenso discurso, valiéndose de palabras altisonantes y entonadas “a capella”. Por “fortuna”, prepotentes y aparatosas, nada más.
También fueron dichas con el claro propósito de asustar al observador que le “prestara” los sentidos (y que jamás devolvería como hizo con los libros prestados) en percibirlas.
Y entonces llegó el recuerdo de Modugno cantando:...”parola, parola, parola, parola”...

EN LA AGENCIA de “Autos Parola”, aquel que había sido vendedor de autos en su pueblo natal y fuera conocido por el acento francés.
En realidad lo que tenía era un defecto bucal que al pronunciar la “ere” le salía una “ge”. Ese malentendido le dio la nacionalidad francesa que nunca tuvo, ya que en realidad no era francés.
Ni siquiera sabía decir “bonjur” y mucho menos “mercibocu”.
Decía goza en lugar de rosa y era interpretado por el que lo escuchaba como buenos augurios de un aparente modulado francés estimulando a los compradores a ser deseosos de comprar.
Y muchos compraban solo por eso.
Él vendía “aquellos” automóviles en la época de la gran represión.
Ha pasado mucho tiempo, ahora todo es diferente, ahora hay que poner los acentos, ahora hay que poner las comas.
No hay interés por la vanguardia.
Hay que ser claro y coherente.
Cuando alguien llega a un lugar tiene que tener cama y comida.
Si dobla una esquina hay que decirlo,”el hombre dobló la esquina” y después seguir ese camino.
Es así nomás, hay que decirlo, no existe más la vanguardia.

OSVALDO FERRARI TIENE como objetivo su pretensión personal.
No literariamente, sino literalmente la pretensión personal.

SIN EMBARGO EL TIEMPO NO PASA, se confunde con el espacio, está en el mismo lugar y eso da la sensación de que un suceso resulte intrascurrible. Aunque más no sea, semeja a una intemporalidad oral.
La imagen del malevo en una noche serena.
Espera en la esquina/ bajo la tibia luz de un farol y mientras espera mira el empedrado. Ve el tenue reflejo de aquel rayo luminoso, y ve como se pierde (su mirada) en la espesa textura del percal.
También se ve la oscura imagen de la época. Sin embargo, ahí está la melodía sonando con su música igual.
Un dislate, un disparate desordenado y desordenador. Sin una explicación que se entienda, sin una versión potable, sin que, digan lo que digan, pueda por fin entender (se).
Osvaldo F. no sabe por donde empezar, se siente extraño, después de tantos años no resulta fácil este regreso, que otra vez, tampoco es progreso.
No se trata de entender porque no hay nada que entender, por eso la cautela con el ambiente local.
Ahí donde emana el poder amenazante del peligro depredador generado con su sola presencia (que no impone obediencia).
Por mucho que empuje alguna pulsión, no habrá un segundo nacimiento porque sencillamente nadie muere dos veces.
Osvaldo no deja de mirar por la ventana, pasible y en silencio. Tararea un canto:

-“Aquí estoy porque he venido,
Hasta hoy, solo voy
Lo mismo que ayer.
Quizás mañana, diga lo mismo
Lo mismo que hoy.
Por eso, y por ahora
Hasta hoy, solo voy”

LA GENTE DEL TAG no sabe de su llegada, ni siquiera se imaginan lo que está ocurriendo. Ni siquiera creerían que eso pueda ocurrir.
Digasmolo en estos términos: no puede ocurrir que O. Ferrari (alias “testarrosa”) este de regreso en Buenos Aires.
Para ellos no puede estar en ningún sitio real que conozca la Vulgata gentium.
Mientras tanto, Osvaldo en aquel tren, con su mirada puesta en el paisaje, en silencio sigue tarareando:

“Quizás mañana, alguien juna
Y al entender-me-acompaña
Entonces, dejaré de ir solo,
Quizás mañana,
A diferencia de hoy
No estaré solo, y podré saber,
Si seguir, si voy, si habré llegado,
O sin saber a donde voy,
Lo mismo que ayer”

Esto no puede continuar a menos que se lo repiense, y luego que sea pensado nuevamente, se lo vuelva a pensar.
Leo también se refirió al tiempo.
Preguntó si esos hechos habían ocurrido en distintos momentos.
Confirmó que era un claro trabajo de bricoleur.
Leo observa las uniones y se preocupa por comprobar si se notan.
En el aparato de TV se escucha al cómico decir:
-¿No entiendo, es mudo y me habla?[10]

La vanguardia no existe, -ya lo dije.
Quizás buscan esclarecer sus vidas con un librito de recetas pero lo cierto es que la tendencia es aclarar. Revelar sin que se queme el celuloide.
Si se empieza algo hay que terminarlo y si te dicen “Buen Día” que alguien corresponda con el saludo, aunque el día no sea bueno. En fin, otra dificultad, otra más que se agrega al resto.

EL TAG REALIZA la tarea sin prisa y sin pausa.
Sus integrantes reúnen los informes que se generan con cada gestión.
Con cada intervención casual o programada.
Con hechos que se producen en la ciudad. Con actos institucionales rutinarios o extraordinarios.
Con los festejos patrios y sus feriados.
Con las fotos de los grandes matutinos.
Con el clima interpretado por los servicios metereológicos.
Y generalmente acompañado con los horóscopos oficiales publicados en los diarios de mayor tirada.
Nada queda fuera de la mirada de estos observadores. Todo es ensobrado y cuidadosamente preservado.
Es el método que se utiliza para con el cuerpo del delito.
Muestras de sangre, huellas digitales, pelusas y pelos debajo de las uñas, fotos desde todos los ángulos, croquis de las posiciones que ocupan los objetos y/o las personas (ociosas), marcas de los agujeros y esquemas de las trayectorias, impuestos pagos e impagos, teléfonos desconectados, celulares en desuso y baterías descargadas, listados con los nombres y apellidos de los vecinos, los platos sucios y los limpios, el reloj de la pared y el inodoro con sus restos de orina y manchas que lo han salpicado.
Todo sirve en el periodo investigativo, y si se pudiera estar seguro de que eso es todo, también.
Ariadna sigue con los bares y las peluquerías de señoras con gran entusiasmo.
En cada nuevo intento se muestra como si ese fuera el primero.

HABRÁ QUE HACER ALGO, una especie de reflexión general, algo así como una conclusión que resuma lo hecho hasta el momento.
Algo así siempre ocurre a mitad de camino, la necesidad de pensar en como está todo, medir el camino recorrido, las energías gastadas y las reservas que quedan.
Comprobar si los hechos ocurren como se habían planeado.
Es un acto inevitable, no sirve para otra cosa más que para aplacar una ilusión, la ilusión de lograr el objetivo y por ello está.
La barbarie sigue en pie, está ahí sosteniendo lo que ocurre, mal que les pese.
No hay caso sin barbarie y no hay soporte civilizado que no se asiente en ella.

-Bárbaro (dijo Nina)
-Increíble
-¿Ud. Cree en eso, BienOver?
-No se
-¿Como?
-No se.
-¿De que me habla?
-No se

ARIADNA ESTÁ ACOMPAÑADA por Nina SinOut, su idea de recorrer Bares y Peluquerías de señoras ha dado resultado y esto inició la sociedad con su coequiper.
Objetivos diferentes se unen.
A sugerencia de Nina, buscaron Bares que tuvieran billares de tres bandas.
El billar es atractivo desde cualquier perspectiva.
La mesa plantada en el medio del salón parece emerger del suelo.
Si se lo piensa mejor, hasta podría decirse que el café que lo cobija, se edificó a su alrededor mucho tiempo después.
No es fácil hablar de cualquier cosa, pero el billar es un juego que se puede constituir en todo un eje reflexivo. Y en eso pensaba Nina cuando sugirió que los Bares elegidos tuvieran billares.
Es una imagen inconfundible, conforma un cuadro indiferente a la naturaleza en general, e inherente a lo humano.
Su aspecto encuevado, la potente luz blanca sobre la mesada tapizada de pañolensi verde entre las bandas a los cuatro costados y sobre el tapiz plano de la mesa por donde ruedan las bolas de marfil.
La atmósfera difusa es iluminada con un foco a dos lámparas y sus rayos caen sobre el lugar del juego.
Rodeado por el desplazamiento de los jugadores.
Ellos se ven en sus situaciones generándose en la periferia difusa, al borde de los acontecimientos y de la mesa, sin embargo son los autores del resultado, ahí se piensan los mejores choques de las bolas.


CURIOSAMENTE VE EL ATASCAMIENTO, las bocinas impacientes se estimulan, al mismo tiempo las personas se muestran indiferentes.

-Anótelo
-Pero es una tontería
-Anótelo igual
-¿Por que?
-¿Porque no?
-Tiene que haber un porque
-¿Porque?
-Eso es
-¿Que es?
-Un juego de palabras
-¿Y no decirlo?
-Es otra cosa
-Entonces anótelo
-¿Porque?
-Por jugar

NINA MIENTRAS TOMA café en aquel Bar mira por la vidriera de frente al atascamiento (sonando) y escucha la conversación de los jugadores.
Ariadna dibuja un croquis, en esa figura intenta dejar localizadas las partes esenciales del juego.
Puso en el centro la mesa con la luz colgando sobre el pañolenzi verde.
Al costado y sobre la pared están los tacos. Sobre los bordes, encima de las bandas hay dos tizas azules.
Sobre el paño vuelan las tres bolas, dos blancas y una roja.
Miró a los jugadores y anota.
Muy cerca de ahí, en otro Bar, O. Ferrari mira el mismo atascamiento.
También padece las bocinas y en tanto da sorbos de café.






Capitulo 8


-----------La “fortuna” apuró el regreso a la tarea que, ahora, se torna imprescindible.
O.Ferrari reflexiona sobre ese trámite al que obligaba la gestión de conseguir el expediente del juicio a Leo Fernández. De paso, recuerda aquel Informe famoso cuyo contenido versa sobre la vida de una gata dueña de casa.
Pensaba en los pasos que daría lidiando con los empleados de Tribunales, y esto prácticamente, le descompone el rostro y acentúa sus arrugas.
Y pensar que lo juzgaron por ese libro, a primera vista resulta increíble.
Aunque mirándolo bien, la historia verdadera es la suerte que le tocó al Informe Central. Un verdadero escándalo.
¿Que puede decirse en ese texto que supere el disparate del juzgador juzgando al autor?
Entonces recordó al historiador, a un tal Extrafacce al que entrevistó a propósito de una biografía que aquel estaba escribiendo.
Al parecer estaba empeñado en una especie de reconstrucción en honor al escritor desconocido.
La mayor importancia, en el modesto entender de O.Ferrari, se imponía por el periodo en el que fueron producidas las obras, y a no dudarlo, fue un periodo clave en la vida del País.
Eso era rigurosamente cierto porque los tiempos de la dictadura militar conformaron el escenario donde transcurrió la vida del escritor retratado. Y además todo coincidía (en el tiempo) precisamente con el periodo en que se sustanció aquel Juicio.
Osvaldo pensó en consultar a Extrafacce para allanar su camino hasta el expediente.
Busco la agenda y encontró el número telefónico.
Quedaron en encontrarse, por aquellas cosas de la “fortuna” en el bar Cristal, el mismo donde se habían encontrado para conversar sobre el escritor comulgado. El bar estaba en una esquina a media cuadra del Cine Cristal que precisamente de ahí había tomado el nombre. En realidad para el Fisco se llamaba el Rex.
Ya reunidos y sentados a la mesa, Extrafacce preguntó si le molestaba el aroma de los cigarrillos negros y que por supuesto se aprestaba a fumar.
O. Ferrari contesto con un gesto de indiferencia que para él no había diferencias pero le resultaba una costumbre curiosa. Recordó que el Joven Ferrari se había iniciado en aquel vicio, fumando cigarrillos negros. Muchos años después descubrió que esa costumbre era propia de este País.
En Europa se fuman cigarrillos, los que por supuesto son rubios, aromáticos y muy acicalados.

-¿Por qué cree que ocurría eso?
-¿Aquí?
-Por supuesto
-Porque representa la famosa diferencia entre la naturaleza y la civilización.
-¿Qué?
-Claro, el cigarrillo rubio supone el procesamiento refinado, el valor agregado y además, representa un producto civilizado.
-El negro en cambio es lo natural, lo “brut” de la selva virgen y ruda, con olor a quemado con que se airea la barbarie.
-Vaya comparación.
-¿Se le ocurre algo mejor?
¿Y UD que fumaba?
-Fumé de todo
-Esto me sirve (refiriéndose a la biografía del escritor desconocido).
-De todos modos, coincido que era una creencia muy popular en la época de la que habla.
-Todos los autores fumaban
-Póngalo
Extrafacce mostrándose inquieto apura otro café.
-Se me ocurre que Ud. me puede ayudar a conseguir el expediente judicial sobre el Informe Central del que fue autor y condenado Leo Fernández.
Extrafacce abrió un pequeño portafolio y sin decir una palabra, sacó un anotador. Ahí volcó todos los datos que identificaban el sitio exacto donde encontrar el expediente dentro del Palacio de Justicia.
O.Ferrari guardó el papel en el bolsillo de su saco. Se reacomodó frente al pocillo de café y lo bebió de un sorbo. Mirando a Extrafacce unos segundos descubrió que tendría unos cuarenta y tantos años, flacucho y con anteojos. Tenia que ser judío del once.
Se decidió a preguntarle sobre su trabajo.

-Es algo extenso.
-¿Por qué?
-Porque son más de ochocientas paginas.
-Toda una vida.
-Trata del escritor desconocido
-¿Lo conoció?
-No
-¡Ah!
-Pero hay leyendas sobre su vida y las de sus amigos.
-Vaya, vaya.
Extrafacce explica sus maniobras sin calcular o calculando sin números. En ese terreno era bueno, parecía idóneo y seguro.

-Todo empezó con la idea de que fueran unas cien o ciento cincuenta páginas.
-Entiendo
-Y luego como siempre pasa.
-¿Ud. Lo conoció?
-Si, por supuesto.
-Vaya, vaya
-Dígalo Extrafacce...siempre la verdad.
-(...)
-¿A que apunta esa biografía?
-Pura literatura
-Vaya
-Necesito hacerla
-Claro, comprendo.

EN OTRO LUGAR, y por “fortuna”, quizás no muy lejos BienOver seguía de cerca los pasos de Leo Fernández. Esperaba sus noticias y por supuesto algún resultado de la tarea que aquel realizaba por su lado. Alguna novedad reveladora.
No recordaba con precisión quién de las dos, Sindi ConIn o Ariadna, había denunciado la gestión del Dr. Horrete (el médico pediatra).
Le venia el recuerdo de ese caso porque al parecer aquel médico despertaba sospechas que no conducían a nada.
BienOver siempre había sido severo con las ideas conspirativas y los juegos oníricos. Pero en este caso no podía resistirse a revisar la versión oficial sobre Manolo Horrete.
En principio todos nos parecemos con esos recursos inventados alrededor de la personalidad. Quien no hace algo para llamar la atención y obtener un reconocimiento de los otros aunque más no sea por unos instantes. En realidad es casi ancestral, obtener prestigio que permita sobresalir, una ventaja que atraiga al opuesto y cumplir con la especie. O sino las ventajas de la solidaridad mejorando el intercambio, en fin lo que siempre ocurrió desde el comienzo.
Pero en el caso del Dr. Horrete se convirtió en una novedosa conducta que en el futuro podía ser imitada y generar consecuencias imprevisibles.
BienOver pensó que exageraba sobre algo y comenzó a buscar el material acerca de este caso.

MALOFF HABIA DESAPARECIDO pero su pensamiento crítico no, al revolver los papeles y otros documentos sobre el escritorio BienOver apartaba los memos y otras recomendaciones.

-Quién se creerá que es (Piensa BiénOver)
-Debió suponer que somos una bandada de estúpidos y que él nos protege.
-MalOff trata de evitar que algo nos dañe.
-Miren esto (desparramando papeles)... recomendaciones a granel (toma uno al azar y lo lee)...”No dejen las hornallas del gas prendidas”...
-A ver este otro...”En Barcelona también hay Catalanes como en Buenos Aires y algunos no saben que es lo que ocurre. Cuidado con ellos”...

POCO A POCO progresa la investigación, y pensar que los integrantes del TAG, atareados con los resultados que persiguen, podrían caer en una simple conjetura.
Por otra parte y tal como se preveía, esta parece ser una investigación particular, no por los métodos empleados sino por el País observado, y especialmente por los peligros que acechan a los expertos que realizan la tarea.






Capitulo 9


----------Empieza un nuevo día aunque esto no quiera decir nada.
BienOver tenía la certeza de que el material acumulado era importante y procedía de diversas fuentes, como dicen los manuales. Pero también era cierto lo que le señalara MalOff sobre que no había una punta todavía, un indicio que alumbrara el camino.
El equipo ya esta al corriente de como son estas cosas, que cuando se reúne información hay que esperar hasta que algo aparezca.
Este País es un campo de desconcentración contrario al campo de concentración respecto a los diferentes destinos que ambos deparan en el futuro, pero similares en cuanto a los efectos que ocasionan en el presente.

-Quién dijo eso –preguntó Ariadna.

Ella estaba apurada por dar con la nota reveladora, con ese hito que le diera forma a la búsqueda de una buena vez. De una vez por todas.
Sin embargo “la fortuna” no acompaña y en su reciclado mensaje recordaba (¿a una muerta?)...que había tenido tres hijos, que su abuelo se había suicidado, que su padre también y su único hijo varón decidió padecer esa misma tragedia. ¿Todo un mausoleo de pesado mármol blanco para protegerse de un vaso de escocés?
Por “fortuna” no eran esos hechos todo lo que había para recordar de aquella historia en aquel lugar. Quedan testigos de ello, BienOver había conocido a esa mujer tanto como Leo Fernández y Osvaldo Ferrari.
Aquella mujer de una gran belleza y atractivo singular. Porque su padre fue Jefe de Policía y sin embargo había sido hijo de un escritor de tallada fama en aquel País.
La recuerda como la mujer de la magnifica mirada y de la sagaz sonrisa al acostarse.
No pudo evitarse una pregunta: ¿Por qué en la Argentina una persona puede ser reconocida sin que a la gente le importe un escritor?
Era conocida por aquella ambigüedad intolerable y eficaz que la transformaba en el rayo que ilumina al electrificar el objeto que se observa.
¿Hubiera querido otro destino?
Es un interrogante común al recordar las situaciones desgraciadas, pero a ella parecía gustarle su aureola social eclipsando el atrayente genio propio que se encarnaba en su hermosa cara.

Volviendo a otros casos, aunque de muchísimo menor tenor humano, el pensó en el Dr. Manolo Horrete, el pediatra.

-Sindi ConIn amenaza con traernos datos sobre este caso y nunca concluye sus informes. Todavía no sabemos nada de él salvo que dijo ser o haber sido, jugador de Pato.
Esta claro que se recorren caminos inconducentes con el objetivo de ahorrarse los de la rutina local. Aquellos que los gurues y brujos de este lugar acabaron de repetir hasta el cansancio condensando la sabiduría popular, el panfleto volante, el manual bonaerense y la razón de su vida (... ¡Ufa che!, me tenés podrido me tenés).

LOS MIEMBROS DEL TAG reunían este material, también y sin orden, sin considerar el tiempo de pertenencia que estos datos causaban. Cosas del método.
Algunos teorizaban mostrando sus dientes intelectuales (eso creían) con las palabras impresas, expresas y otras yerbas.

IMPREVISTAMENTE BIENOVER PENSÓ que el caso presentaba una dificultad central. Pensó que si los datos en general eran los mismos, estándares, si la conclusión no aparecía, la clausura resultaría imposible.
Pensó nuevamente que la realidad en este País funciona a la inversa.
Pensó que la hipótesis de la Invasión creadora del Estado se invertía en este caso.
Pensó, finalmente, que en este País, la tribu invadida era la triunfadora.
Tomó el teléfono y llamó a la Biblioteca Central, lo atendió una telefonista con cara de japonesa. Muy dicharachera y lo primero que le comentó es que era viuda de un conocido escritor.
Ella misma le pasó la comunicación a la sección de historia Nacional y esta vez quedó al habla con una profesora retirada, después de ponerla al tanto de su inquietud, ella pasó a explicarle que había registros muy conocidos y también llamativos de las Invasiones Inglesas ocurridas en este País. En ambas ocasiones los Invasores efectivamente fueron derrotados, en fin si UD prefiere decir que fueron doblegados por los Invadidos, dígalo.
BienOver cortó después de saludar a la atenta mujer.
Este dato confirmaba su sospecha. Empezó a hacerse nuevas preguntas.






















Capitulo 10

------------La reunión se produjo con los miembros presentes. Varias versiones y otras tantas conclusiones se dijeron después del descubrimiento de BienOver.
Que podría decirse sobre lo que ha ocurrido en este País que no represente la realidad de su existencia. Seguramente debería decirse la verdad siempre que eso fuera posible. También habrá que considerarse si su(b)versión, completa desde ya, podría ser escuchada.
Al parecer, esta chance es lo que da valor a la hipótesis de BienOver:”...la del triunfo de la tribu invadida”...
Es ahí y entonces, cuando la Argentina refleja esas luces del objeto revelado y muestra la tierra que le ha tocado.
Vaya a saber uno que vueltas tiene la vida, el azar es el método Divino y no un capricho perverso que quita o pone sentido, sin ton ni son.
¿Porque decir pavadas cuando no se sabe que decir? Algo también hay en este caso que tener en cuenta, no tomemos por nuestra cuenta al azar, salvo que, estemos dispuestos a utilizarlo como método.

AFUERA EL CALOR resulta insoportable, sin embargo, las reuniones se realizan según la agenda.
MalOff estaba afectado a inmiscuirse en los lugares que tienen de sitio al Poder, donde el Estado edifica su gestión y desde donde emanan los efectos iniciales de la desgracia popular. Al menos eso pensaba él recurrentemente.
Observando sus trabajos, los datos que estos aportaban, elementos reunidos y otras informaciones cruzadas, se lo sorprende a BienOver realizando su análisis febrilmente.
Resultaron significativas aquellas consideraciones, que Leopoldo Fernández hizo, respecto a la historia que le contó su Secretaria. Me refiero al portero del edificio donde ella vive y su curiosa religión con la que se comulga el desafío de viajar a la gran ciudad, sin olvidar la gomera.
Es que su gran habilidad retórica le permite sorprender a su interlocutor con simples “flexiones” literales. Esas flexiones, como él mismo decía, y con las que reemplazaba a la verdadera “reflexión”, generando entonces, una sensación de desconcierto con la que obtenía siempre una ventaja, y con la que, por supuesto, se conformaba. Pero no pasaba de eso, no creaba un nuevo signo, ni tampoco, con un viejo significado presentaba una nueva realidad a la lumbrera.
Sin embargo, cobró gran prestigio por ese estilo que parecía como si fuera. Parecía que ganaba y así logro ganar la fama de ganador. Como puede apreciarse resultaba algo más deportivo que intelectual, pero ese camino, a Leopoldo Fernández le permitió la “fortuna” de publicar, digámoslo así: sus propias memorias propias.
En su pueblo natal lo habían bautizado con el nombre de pila “el Antorcha”, no porque iluminara las mentes sino por lo deportivo que resultaba simulando que eso haría (iluminar mentes).

OTRA CONCLUSIÓN sacada en aquellas reuniones era que en definitiva todo el cúmulo de datos se reducía a un solo contenido: la vida de las personas de aquel País.
Bien claro está, en definitiva, que eso era el País en si, y esto era todo un resultado.
Lo cierto es que había que considerar dos cuestiones en el tamizado inicial de datos, primero que no hubiera elementos extranjeros y segundo que no se incluyera a los animales.
O. Ferrari siempre se refería a este País con una broma en tal sentido, que gracias a los animales la Argentina es reconocida en el mundo y en especial por dos de ellos, el bife de chorizo y los caballos de Polo.
Con las presencias de Sindi y Ariadna quedó aclarado que los datos e informes sobre el Dr. Horrete eran el resultado de un trabajo que realizó Sindi ConIn.
Por su lado, MalOff, insistió en que la investigación debía seguir la pista propuesta por BienOver, aquella del triunfo de la tribu invadida, y aprovechó para recordar, la importancia de revisar sus informes sobre el Estado, los datos aportados sobre los funcionarios y la consideración de muchos otros detalles que por lo menos merecían una profunda revisión.
Sin embargo, Ariadna atrajo la atención con su pollera corta, con las que dejó que las miradas interesadas le recorrieran las piernas, bellas y contorneadas.

-Hablemos de los bares (dijo indiferente).
-Es verdad (se interesó LEO).
-Digamos mas
-¿UD toma algún licor?
-Ginebra con hielo
-¿Un cubito?
-A veces dos
-¿Vaso alto?
-Hasta la mitad y sin agua
-Vaya...
-Ginebra holandesa
-Mire UD.
-¿Gin?
-Después del cine
-Que placer
-LEO aléjese de la botella
-Solo recordaba
-Etilismo
-Ufa, era una idea
-Después otra.

Habrá que ver los elementos que se hayan reunido de la investigación en los bares, o por otras líneas que aporten información, en fin esa fue la conclusión sacada en aquella reunión.
BienOver, antes de comenzar a realizar el relevamiento recordó no haber visto un solo dato que se refiriera al fútbol y le resultó oportuno verificar, sobre la marcha, los informes realizados en los bares.
Sin embargo, todos se rieron, este País es un valle donde solo cuentan los minutos que perviven de un partido de pelota, la identidad de sus jugadores, los presidentes de los clubes y el espectáculo que protagonizan los hinchas ejerciendo la pasión de multitudes. Y mucho más, nada más.
Leo que recién llegaba a la reunión, al escuchar esta inquietud de BienOver festejó con los demás aquella inocente presunción y agregó su recuerdo personal sobre un período clave en la historia de este País (el calificativo de “clave” le pertenece a Leo y permanece como un gran secreto).
En realidad, centró la anécdota en la década del ’50, aquella etapa que coincidía con la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Mientras que en Europa vivían los desconocidos de siempre, Leo, trabajaba en una metalúrgica liviana de un pueblo bonaerense. Su pueblo Natal.
Lo importante en aquellos días para Argentina era la suerte que le tocaba a Eva Perón con su salud. Aunque a decir verdad, aquel pueblo en donde Leo vivía, había sido señalado como el lugar del nacimiento de Evita. Dato este, que los lugareños sabían que era falso, pero ellos mismos se hicieron cómplices del gobierno porque el hermano de Eva, Juancito, les construyó un estadio de fútbol de cemento, exactamente igual (pero más pequeño) que los que había en la Capital Federal, y además, gestionó la inclusión del modesto club local en el campeonato de segunda división metropolitano.
Sin embargo, Leo insistió con los recuerdos de aquella época, la alegre redacción del Relámpago, las novelas de la tarde y los Pérez-García de la radio.
Recordó, casi sin querer, que en una calle cercana al centro comercial habían colgado el retrato de Eva. Tenía grandes dimensiones y se parecía a los cartelones enarbolados en las concentraciones de Alemania con las fotos de Hitler antes de la guerra.
Recuerda que estaba en blanco y negro llamando la atención al más pintado y correspondía a Eva posando para la razón de su vida.
En ese pueblo, Eva no nació, y lo más molesto era la mentira nacional del Gobierno.
Alguien dijo que no era una mentira sino una forma de gobernar, un estilo quizás, pero una mentira jamás.

BIENOVER NUEVAMENTE RECORDÓ A LA hipótesis del triunfo de la tribu invadida, al escuchar esos comentarios de Leo Fernández, sobre su pueblo natal.

- ¿Ahí es donde lo bautizaron como “el Antorcha”?
- Eso fue hace mucho
- Nunca es mucho en materia de tiempo
- Es cierto
- Con el tiempo siempre es poco
- Es cierto
- Si, me decían Antorcha de chiquito
- ¿De chiquito?
- Adolescente
- ¿Vivía Evita?
- No. Ella murió antes
- Curioso dato
- ¿Cuál?
- Lo de la muerte anterior
- ¿Por qué?
- Porque ella siempre murió antes de lograr el objetivo
- ¿Le parece?
- Los objetivos personales y los nacionales
- ¿Le parece?
- ¿Y el cartel?
- Lo arrancaron y lo quemaron
- De que era
- ¿El cartel?
- De cartón
- Un cartonazo blanco y negro
- ¿Y la cancha de fútbol?
- No la tocaron
- La usaron
- Le pusieron su nombre

Los informes de los bares están atestados de datos futbolísticos. Es una producción llamativa que empalidece cualquier interés popular o central que se pretenda sustancial. Después de la pelota el diluvio.
Era una clausura de lujo para aquella inquietud sobre el fútbol: pero lo más atractivo era el resultado que este tema tenía con la liga a los demás, estaba conectado a todo y a todos. Resultaba ser un verdadero centro de concentración.

EL HOGUZMAN, HABÍA ELEGIDO una fuerte participación mediática, por momentos “corporativa”, pero claro, estaba cumpliendo con sus obligaciones de funcionario público. Sus opiniones consistían en permanentes comentarios sobre la vida de otros escritores, ideas expresadas oralmente acerca de sus textos y las piezas literarias de las que aquellos resultaron autores. Esto sin perderse alguna sesión televisiva en la que participaba con otros opinadores de coyuntura.
Su tema preferido permanecía disimulado por su rostro agrio, de línea melancólica, marcadamente aborigen y tendiente a la caída, a la angustia sin querer, a las consecuencias de los sufrimientos de la especie, en fin, parecía una cara modelo de Garofalo y Lombroso, si las hay. Sin embargo, era real.
También se preocupaba, por los temas lejanos que habían ocurrido a la vuelta de su casa natal, allá en un barrio de Quilmes o en algún lugar de veraneo, especialmente en los hoteles de las obras sociales de los gremios.
Lo atraía el asentamiento de los Nazis en las sierras de Córdoba o la vida de gente que pensionaba en los hoteles del Tigre, generalmente regenteados por algún militar alemán, seguramente prófugo del ’45.
A eso se sumaba su gusto por los escritos de quienes vivieron las grandes guerras del siglo XX, las oficiales y conocidas. Sin embargo, el descomunal genocidio de Mao le resultaba ajeno a la política capitalista de Europa, y como si fuera poco, le sonaba como un cuento chino.
Pero así, a grandes rasgos, su tema apuntaba a las tortuosas situaciones que depararon los grandes eventos bélicos y sus consecuencias sobre este País.

POR FIN SE PUDO escuchar un tango de música de fondo en aquel recinto, los acordes melodiosos que modula el bandoneón. Pensamiento que refleja el bando de neón, los grupos de Miami y los muchachos de antes que usaban la coca y mucha morfina.
Recuerda esta música con letra y tongo.
O.Ferrari siente nostalgia por los ravioles en lata que comía por docenas en Barcelona.
Han sido tantas líneas escritas bajo su sino...cantaba el Polaco...y sin embargo te quiero porque sos el mensajero del alma del acordeón.



















Capitulo 11

-------------ES DE PENSAR OTRA COSA, sin embargo no se arrepiente y luego continua pensando, es el dialogo interno, hablarse a si mismo y nada más.
Es que a su parecer, BienOver considera que la tarea esta estancada, o al menos eso parece que es lo que ocurre.
El equipo había reunido mucha información, por suerte con la tecnología se absorbían los datos y mediante sus recursos cibernéticos, estos eran devueltos selectivamente a su interlocutor. Pero este comentario no cambiaba las cosas, en realidad BienOver estaba preocupado y no sabía porque.
Para salir del atolladero, pensó en dos cuestiones que pretendía profundizar, el Dr. Horrete (recordó que ese tema era investigado por Sindi ConIn) y el expediente del Juicio a Leopoldo Fernández.
Mientras pensaba operó el contestador de su celular y escuchó un mensaje de O.Ferrari. Se sorprendió al enterarse de su presencia en Buenos Aires.
Una lluvia persistente comenzó a caer en la ciudad y al notar el meteorismo se preocupó porque en pocos minutos partiría a Tucumán.
El viaje en el Jet de cabotaje partía a las 18 exactamente y la lluvia persistiendo.
En la manga se cruzó con su maestra particular, aquella con la que preparó su examen de ingreso al Liceo Militar. No podía creer que aquella mujer estuviera ahí.
Pocos minutos después ingresaba en la cabina de los pilotos a pesar de las prohibiciones reglamentarias y se preguntó porque en este lugar las normas se desvanecen.
Su viaje estaba agendado como audiencia con el Ministro de Justicia de aquella provincia. Conversarían sobre el Estado y su actividad.
Era un segmento impensado de la investigación pero seguramente significaba algún dato de interés.

Recordó la cantidad de Bares visitados por Ariadna MaxEnt. Increíble, superaba cualquier pronóstico y además realizó las visitas en un tiempo record. Esto de por si, ya era todo un dato.
Es que la cantidad de Bares abiertos llama poderosamente la atención, en otros países no se ven Bares en ese número abrumador. Es que esa característica cuantitativa le da al bar de este lugar un franco carácter institucional donde las personas comulgan las cuestiones centrales de interés público.
Hay programas televisivos que parodian su existencia o canonizan sus virtudes y otras raras ventajas.
La letra de un tango, lo propone como el escenario de los hechos que cuentan, aquellas historias malogradas de malevos y matones, de sabihondos y suicidas.
Curiosas conclusiones que pueden sacarse de un lugar que solo se ha hecho para ir a tomar un trago o un café con leche, eventualmente ir al baño a orinar o repintarse los labios. Pero no es solo para eso en la Argentina. Bajo aquella apariencia el lugar ha sido el contenedor de los acontecimientos que interfieren las vidas de los sujetos de este lugar. Hasta Un Vicepresidente renunció a su cargo para poder sentarse a la mesa del Café conocido como “Cualquier cosa resultaste”, emotivo plagio de un fragmento tanguero que había sido la letra de una milonga mistonga más.
Es que el deslizamiento ha sido tan poderoso que sin llegar a desaparecer, aquellas situaciones se corrieron de lugar, y aunque esto ocurrió en forma muy lenta (casi desmayada), se instalaron en otros escenarios sociales y generaron este cuadro inexplicable pero confuso.
La vida política argentina está pergeñada con decisiones que se toman en los Bares. Los intelectuales conciben sus ideas decisivas en las polémicas de café, y las prostitutas asisten a todos, a troche y moche, adiestra la siniestra y de postre la “frula” (del lugar).
Los que tienen billar tienen el mismo contenido con otro disfraz y eso da una impresión diferenciada, un matiz del mismo mecanismo.
Posiblemente se estén colando las conclusiones en estos datos, aquellos primeros ingresaron infiltrando novedades que tramaban en lugar de tamizar.

NADA MEJOR QUE RENOVAR el modo de mirar, reacomodarse, suspirar interrumpiendo la rutina respiratoria para hacerlo artificialmente y sin dejar de respirar.
Sindi ConIn había dedicado su afán investigativo a los teléfonos, especialmente los celulares y manejaba con habilidad las escuchas. Contaba con detalles, las sorpresas que revelaban los secretos de la gente del lugar. Archivaba cientos de mensajes grabados en los contestadores automáticos.
-Son autenticas fotografías, decía entusiasmada.
Recordó rápidamente algunos casos:...Esto es un contestador automático, se ha comunicado con el numero al que Ud. Ha llamado, no podemos atenderlo y le pedimos disculpas, después de la señal deje su mensaje, nombre y numero telefónico y a la brevedad lo llamaremos...o aquel que decía, Hola, soy yo, suspira para que te reconozca, pero igual deja tu número de teléfono por las dudas y después vemos...o sino aquel que decía....este numero es el que marcó ahora deje su mensaje.

- Que me dicen
- Verdadero material
- Increíble
- Son discursos patéticos
- Confesiones
- ¿Se habrán utilizado?
- La CIA
- No tengo dudas
- ¿Y quién más?
- Los publicistas
- Vamos, que puede verse en esos mensajes
- Desde Voces y palabras
- Obvio
- Sintaxis oral
- Obvio
- Símbolos y señales
- Aja
- Practicas de todas clases
- Hasta se podría detectar la relación de una persona con el tiempo
- El concepto de futuro
- El criterio con que interpreta lo que le puede pasar
- El criterio del cazador
- La trampa que tiende
- Su falta de fe
- La desconfianza en los convenios
- El desamor
- La falta de respeto
- Sindi debo decirle algo
- Lo escucho
- Esto es muy revelador
- Es lo que hay
- Correcto, pero es revelador
- Bueno no exagere
- No exagero
- Después de todo son solo palabras
- ¿Sory?
- Que son nada más que eso, palabras
- No se que mas se requiere para encontrar revelador un mensaje humano
- Es cierto
- ¿Sory?
- Que pensándolo mejor...
- ¿Sory?
- Que haciendo esa lectura
- Ud. Tiene razón
- El Dante siempre tuvo razón, Sindi.
- Lo digo por UD también
- Ahora ordene el material por zona y sexo auditivo
- ¿Sexo auditivo?
- Por el timbre de voz, la modulación de su pronunciación, algún detalle articulado en el discurso que denote sexo
- ¿Por ejemplo?
- Dice que está ocupada y no puede en lugar de decir que está ocupado y que tampoco puede. (Ambos ríen).
- Hay tantos elementos en los mensajes del contestador que podemos reconstruir la historia completa de este pueblo
- Algo parecido a nuestra tarea

Sindi recordó su inquietud por el caso del Dr. Horrete, el pediatra, pero una vez más dejó su comentario para otra ocasión. Sin embargo, BienOver, algo distraído y como al pasar, le preguntó si ese Médico era pedófilo.
Sindi, con ironía, repitió la palabra pediatra tres veces.
El Jefe se justificó por el abrumador número de cruces que requiere el ingreso de los datos a la base del sistema.

- Vaya actitud
- Gajes del oficio
- ¿Y?
- Eso es todo
- Algo mas
- Sindi, el caso del Dr. Horrete es un informe prometido y que ya debería haberse cumplido.
- ¿Por qué?
- Véalo UD misma
- ¿Qué tengo que ver?
- El contenido de ese informe
- Ahí está
- Pues bien
- Véalo (le muestra una carpeta)
- Lo veré luego
- Correcto
- Seguro que si
- Espero que no resulte un caso de pedofilia
- Pero ¿Por qué?
- Nunca se sabe
- Se trata de un médico-pediatra
- Un pediatra que juega al Pato
- Si señor
- Que se pone boina y se viste de gaucho
- Así es
- Que anda a caballo en esta época
- Practica las tradiciones, eso es todo
- Es escritor, además
- Ah si, ese es su defecto, solo eso.
- ¿UD cree Sindi?
- No lo sé.
- Escribe poemas gauchescos, tengo entendido
- Si
- Con décimas
- Si
- Aquella formula usada por algunos poetas lugareños del siglo 19
- Folck.
- Así es, estilo Ascasubi
- ¿Contenido?
- Critica del pensamiento griego
- ¿Qué quiere decir?
- Critica los griegos al barrer
- ¿Platón y Aristóteles?
- Euripides y lo que venga
- De a caballo
- Así es
- Bueno Sindi, lo vamos a estudiar con detenimiento y profundidad
- Eso espero
- Seguro que es pedófilo.

En otra parte del recinto los integrantes del TAG continúan realizando el data entry.
Resulta tan importante la gestión que no se advierte fácilmente el tenor de aquel proceso.
Pero siempre ha sido así en la vida asociada de las personas, los seres humanos en su inmensa mayoría no logran advertir las consecuencias del pacto persistente y el distracto social que rige sus vidas.
¿Será esto una forma de conciencia desconocida?
Todo parece destinado a un lugar colectivo que genera material con el que se rellenan los bajos, las zanjas y las cañadas.
Pero con algunos suceden otras experiencias que hacen nacer nuevas realidades, la Nova también existe y es inevitable, así funciona esto, así es.

- Así se dice, amigo.
- Mire UD que curioso – dijo Ariadna MaxEnt
- Que
- ASI era una revista sensacionalista
- ¿Y?
- Muy comprada
- Diga algo más
- Sensacionalista
- ¿Qué quiere decir?
- Estaba hecha en blanco y negro
- No era en colores
- No había tecnología
- Como lo sabe
- Encontré estos ejemplares (los muestra) en un bar
- Tienen más de cuarenta años
- Ahí esta la fecha
- Bien
- Estos ejemplares están perfectamente conservados
- Véalos
- Fotos, fotos y más fotos
- Todos hechos de sangre
- Homicidios y accidentes de autos
- No hay publicidad
- Sin marco
- Y no tiene color
- Ese era el secreto
- ¿Por qué?
- Y Ahora que se pueden hacer en color no se hacen
- Verdad
- Pornografía iconográfica
- Un par de manchas y el que mira hace el resto
- Para eso pagó la revista
- Los colores la dejarían afuera
- Sigamos Ariadna

Había que tener en claro los dos caminos que siguen los acontecimientos según se registren o no, una versión resulta completa y la otra no.
¿Pero quien sabría eso? ¿Como conocer ese detalle?
Cuando la versión queda versada se pasa a otra cosa. Luego de completo es resaca, residuos que sirven para otro evento.
Los acontecimientos tienen sus versiones en palabras dichas en su reemplazo.
El problema son las consecuencias.
El deseo llena lagunas en la interpretación de lo que realmente ha ocurrido y esos huecos convierten los sucesos pasados en deseos cumplidos.
Hay que cuidarse de los testigos.
Un camino al presente que tiene el futuro solo se concreta (ocurre) si es deseado y previamente imaginado.
El pasado es la excusa, el pretexto que disfraza el deseo y con esa versión instala el futuro en la realidad presente.
Después de esta larga reflexión, MalOff quedó en silencio unos instantes con su mirada clavada en el cartel indicador (una señal)

- No es malo estar rodeado de instrucciones
- Entonces
- Lo malo no existe de esa forma
- ¿Y?
- Lo bueno tampoco
- Son extremos
- Los extremos incluidos
- ¿Incluidos?
- Son instrucciones
- ¿Y?
- Son señales
- ¿Y?
- Son órdenes que no se pueden evitar
- Porque
- Los sentidos están abiertos a las señales
- ¿Y?
- Sin solución de continuidad
- Excepto
- La muerte
- Claro
- Es que la muerte es eso
- ¿Qué?
- No recibir ordenes
- Acláreme eso
- Nadie vive un segundo sin órdenes

MalOff aprovechó para decirlo antes que hubiera algún malentendido o simplemente no se entendiera jamás.
Lo que se investiga es una hipotética situación, algo que no ha ocurrido, ciertas condiciones que se requieren para la existencia, una posibilidad quizás completa de obtener la versión mayor.
Como siempre, se dice algo para conformar a los subordinados, algo que suene importante, complicado y que no se entienda.
Aunque esto último, hay que decirlo, está en la cabeza del que recibe la explicación porque el que explica sabe (indudablemente) a quien le esta explicando.
Sin embargo, el equipo no está compuesto por subordinados, salvo el caso de Fernández que actúa solo y regentea a Vaninetta, la subalterna, los demás tienen igual rango y BienOver solo coordina las operaciones funcionales.

AL FIN LLEGAMOS, el avión empezó a descender suavemente y desde el aire se aprecia la ciudad de Tucumán.
Luego, desde el auto que lo lleva al centro de la ciudad, contempla el paisaje urbano que va impresionando a sus sentidos.
Gente caminando entre las malezas de los baldíos preurbanos, chicos casi desnudos y cuantos más pequeños más descalzos o montados en los caballos famélicos hacia el ritual diario de la quema de basura.
El aire humeado flota entre la niebla blanquecina que flota sobre los basurales.
Carritos construidos con el miserable bricolaje villero. Van y vienen tirados por sucios personajes al costado de la ruta y cargados con cartones, en algún caso un lavarropas redondo y oxidado o un sillón raído hilachas y las patas quebradas.
En los suburbios las casuchas precarias se enfrentan a las villas miserias. Los habitantes se confunden con los escombros de una civilización abortada.
El auto se dirige a la casa de gobierno de la Provincia, el paisaje urbano deja los barrios obreros y se convierte en avenidas comerciales y luego desemboca en el centro en donde se encuentra el punto de llegada.
Desde el balcón del Hotel se ve una gran plaza, a uno de sus costados la catedral y a su frente la casa de Gobierno.
Se asomó para poder ver mejor en donde sonaban los bombos, era un grupo numeroso de hombres que por la cantidad de pancartas que portaban se los podía identificar como obreros de la UOCRA (obreros de la construcción). Entre ellos, inexplicablemente se ve emerger una gran foto, en su pose clásica, del Che Guevara, y a su lado, de igual tamaño la figura de Maradona.
El estribillo que se escuchaba con mayor claridad imponiéndose al ruido general decía: Queremo´Vivir, Queremo´Vivir.

-¡Bah! no dice nada nuevo.

En una panorámica de la plaza se pueden apreciar los edificios de construcción colonial española, la gente aborigen es pobre y clama malestar portando anuncios miserables. Luego se ve el resto y las montañas aserradas al fondo de cada calle constituyendo el típico paisaje sudaca.
Recordó las imágenes CNN de Nicaragua. Aquella ciudad también elegida para una nueva edición de la tribu invasora invadiendo a la local.
Recordó el promotor original de esta ocurrencia y volvió a concentrar su visión sobre el gran retrato del Che.
Recordó al desconocido Ernesto Guevara Lynch de la Serna, hijo de un hogar de la oligarquía nacional, a la sazón nacido en Rosario de Santa Fe y que por su raíz federal estudió medicina en la Córdoba Capital.
Recordó dos películas M´hijo el dotor y Rebelde sin causa.
Recordó un affiche de James Dean.
Recordó que el padre del che, cuando este era niño y le daban ataques de asma lo ponía bajo el chorro de agua fría para que se hiciera hombre, y luego como todos saben, se hizo guerrillero.
Cuando se recibió de médico se fue sin ejercer la profesión, al menos no se matriculó, y se dedicó a recorrer Sudamérica en una moto poniendo el rumbo a USA.
Fumó iguanas verdes y secas hasta que llegó a Sierra Maestra, ahí solo se lo vio pitando habanos hechos (como siempre) por el pueblo cubano.
Cuenta la leyenda que llevaba dos discos de Gardel, eran de pasta y tenían el sello RCA Víctor y su canción preferida… “Rubias de New York”.
Por las noches, entre densas bocanadas convertidas en aros que se deslizan por el pastoso aire del caribe, se abre paso la voz del cantor convocando a Pegy, Juli y Carol para rezarle el aliento en sus boquitas pintadas.
Esto es lo que cuenta la leyenda entre aquellos datos del informe.
En la ciudad de Tucumán, encerrado por las viejas montañas aserradas del lugar, solo habitado por aquellas personas que modulan el español con un cantito particular. Hay quien recuerda la tribu de los Quilmes, unos aborígenes rebeldes e indomables que por resistir la invasión fueron trasladados a la metrópoli y terminaron fabricando cerveza. Después mucho después se hicieron ladrones de flores.
La leyenda cuenta que el Che viajó varias veces a Washington DC, ahí se encontró con Rockefeler con quién tomo escocés en las rocas y con su tarjeta visitó la Central del Banco Morgan.
Según la leyenda el Che había olvidado el asado y en secreto menospreciaba a la taba.
Entre tanto concibió aquel sckech del Foco, una estrategia para desparramar la revuelta en Sudamérica,
-¿Recuerda eso?
Sin embargo no fue una maniobra inocente, de alguna manera sirvió de motivación a un grupo de porteños que se internaron en el impenetrable chaqueño, una selva virgen y de densa vegetación en el norte de la Argentina. A ese grupo (eran ocho aspirantes a guerrilleros) los subcomandaba un hijo de italianos.
Nunca pelearon con nadie, pasaban el tiempo luchando contra los insectos, la falta de agua y alimentos. Tenían una exagerada disciplina interna que provocó dos muertos. Efectivamente fueron fusilados dos de los integrantes del grupo porque no lavaban los platos cuando les tocaba el turno, los platos como se sabe son de aluminio y el tomate como también se sabe mancha el aluminio de tal manera que luego es casi imposible sacar la mancha, por no decir imposible. Esto motivó un acto de indisciplina que fue juzgado por el consejo de guerra que presidió el subcomandante y se decidió el fusilamiento.
BienOver volvió al balcón, los obreros de la UOCRA empezaron a tirar bombas de estruendo y con la primera explosión apagaron la reflexión de BienOver. Este, al mirar hacia el ruido percibió que el espectáculo orillaba el apogeo.
Los carros de asalto (hidrantes) ya estaban listos para desparramar sus potentes chorros de agua y la infantería con los escudos transparentes esperaban en su posición más atrás.
Todo un clásico bananero, la postal de los disturbios populares apareciendo con su icono en CNN.
Ese mensaje que comunica el desorden del invadido y la administración con la ingenua reacción.
Luego tiran agua para someter al inferior mientras se escucha el clásico bochinche y las calles que se ensucian de volantes convirtiéndose en los papelitos del lugar.
Llegó la hora de la entrevista, por uno de los costados libres recorrieron la plaza y llegaron a la Casa de Gobierno.
Ahí la actividad seguía su curso con total normalidad. Caminaron más allá de la entrada principal que estaba franqueada por guardias accediendo por una puerta lateral muy concurrida.
Entre muchas personas, esto llamó la atención a BienOver, gente por todas partes que iba y venia semejando la actividad del hormiguero, parecen conocer sus destinos ya que a primera vista cualquiera camina hacia cualquier lugar con determinación y rápidamente, mientras se sonreían paternalmente.
En el interior, ambos advirtieron nuevamente la construcción típica de la colonia Española, con una antigüedad mayor a los 200 años, asentada en barro, en dos plantas y amplias escaleras.
Sin advertirlo se encontraron frente a un escritorio instalado en el medio del pasillo en donde un empleado los interrogó.
-Tenemos una audiencia con el Ministro Jalú
-¿Con quién?
-El Ministro de Justicia
-Sus nombres
-Licenciado BienOver y el Albacea MalOff
-Aguarden (tomó un teléfono y habló)
-Permitan sus documentos
-Tome
-Aquí está el mío
-Suban y doblen a la derecha

Por aquellos días el Gobernador de Tucumán era Finito Noriega, natural de esta Provincia, que en su juventud y empujado por la miseria local aceptó el desafío de ir a la Capital a capitalear, tal como había sintetizado Leo Fernández.
Así fue como Finito triunfó como cantante popular de ritmos juveniles, musiquita frívola y pasajera, con esos ritmos pegadizos y fáciles con los que bailaban las domesticas con los jóvenes adolescentes de las clases cómodas de los ´50 y parte de los ´60.
Rápidamente recuerda MalOff aquellas décadas siniestras en que las niñas de quince accedían en masa a la anfetamina, la mezcalina y otras yerbas. El ruido lo traían los músicos.

-Bueno… lo de músicos.
-Entiendo
-De los cantantes sobresalía Finito Noriega
-Parecía un rockero
-Pero no lo era
-Sin embargo eran unos cuantos
-Un pelotón
-Un klus klan
-Curiosamente
-Pensar que ahora es el Gobernador
-¿Pensar?
-Es cierto

Llegaron hasta la puerta y golpearon, después de unos instantes abrieron cuidadosamente y se asomaron con cautela.
El lugar que se les presentó era el mismo que el de donde venían, el pasillo concurrido, atestado de gente, a un costado se abrían puertas de ingreso a los despachos y del lado interior una baranda que daba a un gran patio. Las paredes lucían grandes lamparones de humedad y verdín.
Sin embargo del lado de adentro había una silla con una mesa de madera, muy pequeña, tenía un cuaderno marca LAPRIDA y un tintero vacío de vidrio con una flor de malvón rojo.
Ambos, sin notarlo, se quedaron parados frente a esa mesita y sorpresivamente apareció una mujer joven, menudita y con rasgos aborígenes. Tenía puesto un vestido ceñido de tela grafa color te con leche.

-Esta es la mesa de entradas del Ministerio
-Tenemos una audiencia con el Ministro Jalú
-Comprendo
-UD dirá
-Deben esperar
-Esperaremos.




Capitulo 12

El Hoguzman no exageraba y con tres carillas completaba un capitulo de sus mensajes.
Por supuesto no era el estilo de Osvaldo Ferrari, el increíble Testarrosa que en su matriz estableció la medida literaria propia: un parto.
Mitólogo consigo mismo respiró por sus oídos y concibió las partituras en textos que lucían transgresiones de “lesa humanidad”. Resultó esa, una buena maña, pero el precio arruinó la ocurrencia.
En cambio Leo Fernández que había nacido en el interior de la Argentina estaba condenado por aquel estigma de comulgar el reto de vivir en Buenos Aires. Creía en ese canon, creía en la honda que usó hasta el hartazgo (era un verdadero provinciano). Creyó tanto que el impulso por fortuna lo llevó hasta Barcelona. Sin embargo nunca olvidó aquel fallo que padeció de la justicia argentina y eso fue lo que lo había tentado para estar participando de esta investigación que realizaba el TAG.

A ESTA ALTURA DE LOS ACONTECIMIENTOS, que podría decirse para mejorar el espectáculo (en última instancia).
Que novedad reveladora estimularía el desplazamiento en el sitio exacto y en el preciso instante (aparece la foto de la enfermera con el dedo índice en su boca).
En tal caso la tarea no provoca un placer inmediato, tampoco es un pretexto que disfraza el sentido a los ojos de los observadores o aquello que elude la luz en la escena o actúe como un personaje.
Errático y confundido Leo asoció la idea con los amigos dedicados al teatro. Una especie de locura colectiva emprendida por pocas personas que causó la desaparición de alguna de ellas, un lugar de apariencia inocente que técnicamente se conoció como el mutis por el foro.

LO LLAMABAN el Mandarina Lerda y exhalaba adrenalina, visiones y cocaína. Mandaba noticias de vez en cuando, de esto de aquello y también de ello, francamente merecía considerarse a Mandarina. Su vida teatral y la letrina de la letra puesta en los libretos empleados de aquellos escenarios.
Particular historia que aparece en Buenos Aires, la calle Corrientes desde Callao hasta L.N.Alem. Ese continente donde Leopoldo Fernández frecuentó bares y diretes, ahí donde fue alfa del discurso de bufete y contó las correrías literarias narradas por Henry Miller como si fueran propias.
Recuerda la librería Lucifer, cerca del bar Cristal y aquella tarde que Racing festejó el primer campeonato mundial de clubes.
Leo afirmaba que con el fútbol las naciones sustituirían las guerras. Consideraba eso un paso superador en la historia de la humanidad y aunque ese deporte no le gustaba lo prefería a la guerra.
Su premonición fallo porque 15 años después los Ingleses del Celtic vinieron a las Malvinas y arrasaron cuanto argentino encontraron a su paso.
Por otro sitio, lejos de la oficina de Fernández, realiza su misión (no por misionero) O.Ferrari, quién también tuvo contacto con Mandarina Lerda y solía recordarlo por aquella etapa de su vida (inmedible en el tiempo) sumergida en el alcohol con el que soportaba mejor la cocaína.
La blanca flor de Mandarina - dicen lo que saben.
Eso fue letal, lo dijo en sus mensajes, lo dijo en la matriz que gritó en el parto y lo repitió en su última frase.
Comulgó la capilla de Leopoldo.
Vale la pena recordar los entremeses, el entramado y los entre tantos pormenores de aquellos sucesos –pensó BienOver.
Muchas son las piezas sueltas que reflejan los quehaceres de este lugar.
Hay que sumergirse en los restos de aquel barco naufragado, por si fuera posible una técnica más.
Es cierto -se dijo.
-No es necesario que aparezcan los lingotes porque para el recuerdo todo hecho del pasado se ha convertido en oro.
Ariadna sonrió y agregó que hasta la caca azulada de Ferrari, hoy es mirada con detenimiento por los observadores y algunos críticos.
Recordó a Extrafacce, un sencillo judío del once, que renunció a vender las medias de nylon del padre en Corrientes y Pueyrredon porque no pudo resistir el avance Coreano y chaqueño.
Antes prefirió emplearse como hombre rana y para ello realizó un curso en el Tigre. Luego se dedicó a buscar tesoros en los barcos hundidos del Río de la Plata. Fue un pequeño pero largo proceso. El primer trabajo se lo trajo la noticia de un bergantín holandés donde navegaba una familia de clase acomodada sin que se supiera si traía su fortuna material cuando el velero se hundió.
Para conocer la historia recurrió a una mujer que decía ser mucama de sus descendientes y terminó involucrándose en sus versiones. Hablaba de las aventuras de una Marquesa que regenteaba una mansión pornográfica.
En verdad, poco profesional, terminó probando de su propia mercadería que como se sabe es una regla sagrada para todo tipo de traficante.
Lo cierto es que Extrafacce terminó procesado, al menos en la etapa de instrucción, y la mucama se convirtió en el personaje central porque las lesbianas de la familia la perseguían por todos los dormitorios.
Después de aquellas investigaciones decidió renunciar a sumergirse en el río en busca del casco del bergantín holandés por varias razones. En primer lugar el agua marronienta y tenebrosa impedía la visión y obligaba a recurrir al tanteo, tocar y adivinar. En segundo termino bajo el agua no se podía fumar o al menos el no sabia hacerlo. Por último se quedó prendado de la historia que resulto escrita en aquella primera etapa. El desplazamiento hizo su efecto clásico, y en el caso de Extrafacce, resultó conmovedor.
Rápidamente compró un escritorio y construyo otras historias, investigó manuscritos. Conoció autores y en general gente del ambiente.
Pronto encontró su especialidad, la de biógrafo.

ARIADNA DIO POR CONCLUIDO su comentario de Extrafacce y dijo que esto era común en la Argentina. No era exótico que en este lugar las personas fueran artistas o políticos.
MalOff, entre confuso y molesto, se puso de pie y caminó hasta el tablero donde se proyectaba el Power Point.

- No solo hay Políticos y Artistas
- ¿Sory?
- ¿Hay mas roles?
- ¿Más roles?
- Si
- ¿Cuáles?
- Carniceros, empleados, taxistas
- No son centrales
- Son
- Déjese de joder MalOff
- Estoy hablando en serio
- Son secundarios
- Quiero entender
- Es simple
- Eso cree UD
- Estamos buscando algo distinto
- Dicho así no significa nada
- Es el comienzo
- No bromee
- Algo es algo
- Volvamos al tema
- Artistas y Políticos
- No están solos
- Son los protagonistas
- ¿Y los demás?
- Acompañan pero no tocan
- Pero están
- En la Argentina son Políticos y Artistas, los demás son lo de menos
- Siembran algodón en Santiago del Estero
- Fabrican velas en Lujan
- ¿En Lujan de Cuyo?
- Vino de misa
- Cuando hablará en serio
- Pregúntele a Fernández
- ¿Qué?
- Como se hace para hablar en serio
- ¿Le parece?
- En realidad Leo se especializa en escribir seriamente
- Es un escritor serial
- Es un hombre-palabra
- ¿Vio?
- Como el hombre-bala
- Es el hombre-palabra
- Aconseja
- ¿A quién?
- A cualquiera
- A los que piden consejos
- No a cualquiera
- A los que existen
- Y a los que no existen
- No me diga
- No le digo que es el hombre-palabra
- ¿Es un artista?
- Es un artista por sobre todas las cosas
- ¿Tanto?
- Por sobre el mismo
- Impresionante
- Conmovedor
- ¿Tanto?
- Supero el alcoholismo para no dejar de ser el hombre-palabra
- Increíble
- La importancia de ser artista
- Vital
- Después viene el Político
- Lo había olvidado
- Primero es artista y después se es político
- Entiendo
- ¿Y los militares?
- En este lugar no existen ni existieron
- Militares son Aquiles, Aníbal, Alejandro, el Cid, Napoleón, Paton, el Sargento Cabral y especialmente el soldado desconocido.
- Y los de acá
- Sirven café en uniforme
- No exagere
- Piénselo
- Es peyorativo
- No lo es
- Sorprendente
- Este lugar es una cantera de artistas
- ¿Hay mucha gente que cree eso?
- La mayoría de los hispano parlantes
- Es algo cerebral
- Ahí tiene el cerebro de Eisten
- Que tiene ese cerebro que no tengan los otros
- No es distinto a los de los demás
- Lo tienen en un tarro de mayonesa
- ¿En serio?
- Por supuesto
- ¿Y como lo tienen...suspendido?
- En formol
- Claro, como no me di cuenta de eso
- Lo cortaron en 250 trozos
- Para estudiarlo mejor
- Pero...
- ¿Es igual?
- De afuera es igual
- Igual que los otros
- Pensar que empezó tarde
- ¿A que?
- A hablar
- ¿A que edad?
- A los 4 años
- ¿Y eso que significa?
- Algo significa
- ¿Y que idioma tenia que aprender?
- Alemán
- Eso si que es difícil
- Idish también
- Que mezcla
- También inglés
- Y Español
- Un poquito
- ¿Decía algo?
- Si...decía “Hasta la vista”...
- ¿Baby?
- Era muy educado
- Además no se si en ese idioma su cerebro hubiera funcionado
- Algo hubiera inventado
- ¿Le parece?
- Seguro

[1] (La voz en el auricular)
-Hola, buenas tardes ¿Hablo con el señor BienOver?...
(el timbre de voz resulta imposible no vincularlo con una hermosa mujer -piensa BienOver...morena, piel blanca y tersa, con...)
-Soy la secretaria del Dr. MalOff y tengo instrucciones de comunicarle un mensaje...
(No tenia duda de estar recibiendo por sus oídos las vibraciones de una mujer atractiva. Se imagina sus pechos...)
-Se trata de la cita que el Dr. MalOff tiene con UD Es que tuvo un inconveniente y se va a demorar...
(BienOver se descubrió estirando la charla, y que eso le permitiera pasar en el momento oportuno, al dormitorio con ella.
Entonces, esboza una sonrisa.
-Correcto, le voy a comunicar que Ud. sigue esperándolo, perdón... que Ud. lo sigue esperando...
(BienOver supo inmediatamente que debería haber dicho “avisado” en lugar de “llamado”, pero como experimentado pescador continuó mirando fijamente la boya).

-No tiene porque agradecerme señor... Adiós...

[2]
(Con tono dubitativo, se trata de una mujer)
-BienOver?..Soy Nina...Nina SinOut... ¿me escucha?..
(...)
-Menos mal que lo encuentro.. bueno yo estoy bien, gracias. Pero tengo alguna dificultad para llegar hasta su casa... en fin... ¿es ahí donde nos vamos a reunir?...
(la comunicación se entrecorta)
-Hola, Hola...Ahora si, estoy en una autopista saliendo de Roma y ha ocurrido un accidente... estoy atascada en el transito... bueno eso creo, no sé, no estoy muy segura... ¿me entiende?...
-Perfecto, cada veinte minutos lo estaré llamando, adiós...


[3]
Esta carpeta contiene una serie de documentos que refieren a una mujer. Algunos parecen actas originales y otros dictamines que dan opinión sobre los primeros. También algunas conclusiones generales, y en el rápido hojeo pueden advertirse algunas fotos glosadas vinculadas con los papeles y los demás documentos. En definitiva, ahí se reúnen aquellos datos necesarios para tener una opinión perfilada y precisa del sujeto encarpetado.
(Es necesario recordar que esta mujer observa y sostiene la posición de la doctrina establecida. - Ya posee la verdad. No hay que transitar por el camino de la razón. -Ya lo sabe de antemano...)
[4] ...como entender que es lo que ha producido esto en el cadáver de los vacunos encontrados en los campos del lugar... (continúa).
[5] El Diario abierto muestra este artículo en su parte legible...: Pero señor Herbert – habló conciliadora Louella Parsons – nadie ha criticado la validez de su novela, tan extraordinaria que creo que todos nosotros la hemos leído. Personalmente escuché la recreación que hizo Welles en la radio y debo admitir que me fascinó, aunque por supuesto nunca pensé que se trataba de un hecho real. El problema estuvo en que solamente se habló de que se trataba de una novela al principio, pero desde ese momento todo se narró como si fuera un hecho real. Por eso aquellos oyentes que sintonizaron su emisora después de la introducción cayeron en la trampa y creyeron que se trataba de un noticiario. -Bueno, eso no es condenable, espero que si radian mi novela "El alimento de los dioses" o "La isla del doctor Moreau", no caigan ustedes en la misma trampa. La radio es un medio de expresión en el cual la imaginación del oyente es vital para lograr su interés, pero para estimular esa imaginación hay que utilizar algunos trucos como los de mi amigo Orson. Cuando los protagonistas se besan en la radio todo el mundo sabe que es pura ficción, lo mismo que cuando oímos el vuelo de Superman o las aventuras de Flash Gordón. Creo que ustedes deben aplaudir al señor Welles en lugar de criticarle por haber logrado confundir al oyente.
-Por lo que creo entenderle –dijo levantándose de su asiento el delegado de Varieté – usted...

[6]... (Es importante recordar la principal actividad desplegada en el mundo por compañías investigadoras, hacen averiguaciones y obtienen informaciones de la más diversa índole acerca de los seres y sus entornos. Todo pasó a un segundo plano de interés respecto a los antiguos conceptos del poder, ahora la rivalidad está referida a los caudales de conocimientos, las bases de datos con información, los recursos afectados, los sistemas de conocimiento.)
[7] Hace calor en la ciudad,
aquí todo es humedad
nada pasa, ni hay novedad,
todo es parsimonia y obviedad
la vida flota si se vive en Bagdad
Sigue el calor en la ciudad,
su cara es caridad
así nomás, sin autoridad
Hace calor y nada más, lo otro es la humedad,
la pobre caridad, lo que falta de autoridad,
esto es todo y lo otro es humanidad...

[8].”Déjalo ser...”.The Beatles.
[9] “Lingua ex machina”.
[10] (Dialogo tomado de una escucha telefónica.)
-¿Se le nota la costura?
-Si
-¿Porqué?
-Porque no existe la vanguardia
-Tampoco el cierre Relámpago
-Eso es una marca
-No importa
-¿Y los trópicos?
-Tampoco
-Es así

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